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maría estévez
Los Ángeles
Jueves, 2 de diciembre 2021
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Que Jason Reitman (Montreal, 1977), el guionista y director de 'Cazafantasmas: Más Allá', sea hijo de Ivan Reitman, quien dirigió las dos primeras películas de la saga, puede parecer un caso claro de nepotismo. Su relación personal hizo que la decisión del joven Reitman de escribir y dirigir una nueva entrega de los Cazafantasmas fuera aún más complicada, porque no quería ser él quien arruinara la franquicia manchando el buen nombre de su familia. Si bien se han hecho muchos intentos por resucitar la saga de los Cazafantasmas a lo largo de los años, con guiones que se acercaron a la historia desde distintos puntos de vista, ninguno terminó convocando al gran público en los cines. Reitman se atreve a reinventar la saga tomando como inicio la última película dirigida por su padre, explicando lo que significa convertirse en un Cazafantasmas. El cineasta busca un equilibrio diferente: una apuesta por nuevos talentos manteniendo la nostalgia de los clásicos.
-Usted nunca quiso dirigir una gran película comercial ¿Qué le llevó a ponerse tras las cámaras de esta?
-Obviamente me propuse hacer carrera rodando películas independientes, de hecho, mi carrera cinematográfica comenzó en festivales. Pero creo que uno debe asumir riesgos y me he atrevido a enfrentarme a la intimidación que supone para mí dirigir la película más exitosa de mi padre. Este es un muro de cientos de metros que nunca pensé que intentaría superar. No ha sido la necesidad lo que me ha llevado a dirigir 'Cazafantasmas: Más allá', sino cumplir un sueño.
-¿Cuáles son los elementos principales del guión de su Cazafantasmas?
-Quería capturar la esencia de los clásicos, mantener los elementos que todos conocemos. Esta es una película sobre cómo es convertirse en un Cazafantasmas y, de esa manera, he intentado revivir los personajes desde dentro. Todos nosotros hemos crecido soñando con ser un Cazafantasmas, preguntándonos cómo sería conducir el Ecto-1 o llevar un paquete de protones. Este es un filme dedicado a los hijos de los admiradores de los Cazafantasmas. A nivel personal, esta es una historia íntima donde saco a flote todos mis miedos.
-¿Por qué eligió hacer una película nostálgica?
-La nostalgia nos sirve por dos razones: por un lado es una alegría. Cuando creces con una película, sueñas con ella. Quieres ver el sable de luz encendido de nuevo y quieres ver el Ecto-1 de nuevo. Quieres escuchar la sirena, quieres ver el fuego del paquete de protones, quieres que se encienda el medidor de PKE. Nosotros queríamos hacer una película que fuera un viaje al original. En segundo lugar, la cinta mantiene vínculos con el pasado porque de eso se trata la historia. Son tres generaciones de una familia que se reconcilia. Y eso es exactamente la nostalgia.
-¿Qué sintió en el primer pase de la película?
-Fue una emoción enorme. Con la pandemia, nos vimos obligados a retrasar el estreno y me he estado aferrando al día de la presentación como a un clavo ardiendo. Ver llorar a mi padre en la primera proyección fue muy emocionante. No puedo ni explicarlo, porque fue abrumador.
-Este filme parece una catarsis.
-Lo es. Espero que a los seguidores de la saga les guste la película, que les conmueva y la disfruten. Mi padre fue el primero que leyó el guion y fue un momento muy importante para mí. No iba a hacer esta película a menos que él estuviera de acuerdo con ella.
-¿Le asustan las expectativas creadas a su alrededor?
-Mucho. Entiendo que los admiradores protejan estas películas porque significan mucho para ellos, pero imagínate para mí o para mi padre. Yo no quiero defraudar a nadie, pero esta es una cinta hecha por admiradores de la saga y no hablo solo de mí, hablo del elenco, del equipo, de los especialistas, de los creadores de criaturas... Todos los que trabajaron en Cazafantasmas soñaban viendo estas películas cuando eran niños.
-La familia es el núcleo de las grandes historias del cine y la literatura.
-No importa cuánto tiempo hayan existido los humanos, seguimos intentando descubrir cómo relacionarnos entre nosotros. No sabemos hablar sin herir y cada generación deja una ecuación por resolver. Tenía muchas ganas de contar la historia de una madre soltera y sus dos hijos tratando de entender quiénes eran. Mi historia es la historia del hijo del autor de Cazafantasmas. Y no creo que sea raro que yo escriba una película de Los Cazafantasmas donde la niña se entera de que es la nieta de un Cazafantasmas.
-¿Cómo es la relación con su padre?
-Desde que tuve el coraje de decirle que iba a ser director, he estado compartiendo con él mi trabajo. Leyó mis primeros guiones de cortometrajes y tomó la decisión temprana de acercarse a mí como si fuera un guionista profesional. Enfrentar su crítica es un desafío, pero escucharlo me ha hecho mejor escritor. Él y yo hablamos casi todos los días, en particular de películas porque nuestra relación pasa por el cine. Y lo más aterrador que he hecho en mi vida es tomar la franquicia de mi padre e intentar hacer una película dentro de ella. Ha sido un honor tenerlo sentado a mi lado durante todo el proceso. Dios sabe que quería hacerlo sentir orgulloso. Verle llorar a mi lado durante la presentación me hizo sentir como un buen hijo.
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