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Desde muy niña, su sueño era ser famosa y a fe que lo consiguió. Es la única mujer que, sin orígenes reales, ha tenido con dos títulos simultáneos, reina y princesa. Grace Kelly, actriz sofisticada y elegante, delicada, hermosa y elegante presencia femenina en el cine de Hollywood de los años 50. Grace Kelly, musa y actriz predilecta del director Alfred Hitchcock, con quién hizo 'Crimen perfecto', 'La ventana indiscreta' y 'Atrapa a un ladrón', pasaría de ser la reina de Hollywood a la princesa de Mónaco.
Grace Patricia Kelly (Filadelfia, 12 de noviembre de 1929 - Montecarlo, Mónaco, 15 de septiembre de 1982) nació en el seno de una conocida y adinerada familia de Filadelfia. Estudia en un colegio católico en el que recibe una estricta educación, debutando como actriz en una función infantil a los seis años de edad. Al terminar sus estudios decide seguir clases de interpretación en la American of Dramatic Arts y después realiza trabajos como modelo, el Neigborhood Playhouse y Broadway.
Pronto, en busca de mejores horizontes, se traslada a Nueva York donde trabajó en la publicidad, anunciando sombreros, aspiradores, tabaco y cervezas. En 1949 debuta en el teatro con 'Las herederas' de Henry James. Durante los años posteriores participó en varios programas televisivos hasta que Henry Hathaway le ofreció un papel en la película 'Catorce horas', con la que debutó en el cine en el año 1951. Un año después participa en el western de Fred Zinneman 'Solo ante el peligro' donde compartía protagonismo y romace con Gary Cooper. Fue ésta precisamente la película que la lanzaría a la fama, y la que daría inicio a una carrera de éxitos.
En 1953 fue nominada al Oscar como mejor actriz secundaria por Mogambo', a las órdenes de John Ford, junto a Clark Gable (con quién mantuvo otro tórrido romance durante el rodaje), y Ava Gardner. El Oscar lo consigue el año siguiente en la categoría de mejor actriz por 'La angustia de vivir'. A pesar de que sólo trabajó en once películas durante los seis años que duró su carrera cinematográfica, se convirtió en uno de los grandes mitos de Hollywood. Ese mismo año estrenó junto a William Holden el drama bélico 'Los puentes de Toko-Ri', de Mark Robson.
Alfred Hitchcock la reclama, fascinado por su estilo, belleza y pelo rubio. Su primer encuentro con 'el mago del suspense' fue en 'Crimen perfecto' (1954) que le proporcionó entrar en el cuadro de honor entre las rubias gélidas de Alfred Hitchcock, y un protagonismo absoluto. Hitchcock se ocupó personalmente del vestuario del personaje de Kelly, haciendo que fuese evolucionando desde el colorismo del inicio hasta los tonos más oscuros del final de la historia. Aquel fue uno de los años más prolíficos de la actriz, pues intervino, además, en 'Fuego verde' (1954), de Andrew Marton, que le devolvió a las aventuras exóticas, esta vez al lado de Stewart Granger, y repitió enseguida a las órdenes de Hitchcock en 'La ventana indiscreta' (1954), una de sus obras maestras. Y un año después Hitchcock la vuelva a llamar como protagonista de 'Atrapa a un ladrón', al lado de Cary Grant, que se rueda en la Costa Azul, entre Cannes y Mónaco.
Durante el rodaje de 'Atrapa a un ladrón', conoce al príncipe Rainiero de Mónaco, al que volvería a ver en el Festival de Cannes, iniciando un idilio, que provocaría que su brillante carrera de éxitos finalizase en 1956 al casarse con el Príncipe Rainiero de Mónaco. Un cuento de hadas hecho realidad. Una ceremonia filmada en technicolor, que se convertiría en una de las bodas más célebres del siglo XX el 16 de abril de 1956.
Pero antes de su boda aún tuvo que rodar una última película a la que le obligaba un contrato, 'Alta sociedad', de Charles Vidor. Convertida en Princesa de Mónaco, desempeña su nuevo oficio con elegancia y distinción, ayudando con su presencia a que Mónaco se convirtiese en un lugar de moda y que las maltrechas arcas del principado se llenasen pronto de divisas, que era la intención de Rainiero al convertir a la reina de Hollywood en princesa monegasca.
Aunque Grace Kelly tuvo diversas ofertas para regresar al cine, nunca lo hizo, asumiendo plenamente su nueva faceta, dedicándose en cuerpo y alma a dar esplendor al pequeño estado monegasco junto a su marido Rainiero, y a educar a sus tres hijos, la princesa Carolina, el príncipe Alberto y la princesa Estefanía, que serían los únicos que con su rebeldía le dan algún disgusto en esta etapa de su vida. Grace aportaba su apoyo y sus ideas a innumerables manifestaciones caritativas. Era la Presidenta de la Cruz Roja Monegasca, creó un pueblo para niños huérfanos y estuvo al frente de numerosas actividades caritativas y culturales, como el famoso festival del circo de Montecarlo, o la creación de un premio literario.
El 15 de septiembre de 1982 falleció en un misterioso accidente de automóvil en una carretera del principado, la misma donde años antes había filmado 'Atrapa a un ladrón', sin que nunca se haya aclarado definitivamente si era ella o su hija Estefanía la que conducía el vehículo. Su tumba está a un lado del altar mayor de la Catedral de Montecarlo.
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