Charo López, la musa de una generación de españoles

Charo López, de verdadero nombre María del Rosario López Piñuelas, nació en Salamanca un 28 de octubre de 1943. Mientras estudiaba Filosofía y Letras en su ciudad natal participa en varias funciones de teatro universitario, descubriendo su vocación de actriz. Pero sus primeros trabajos fueron como docente. Cuando trabajaba como profesora en su Salamanca natal, conoció al cineasta Gonzalo Suárez, que le propuso rodar con él 'Ditirambo' (1967), y su vida cambió.

Casada con el escritor y crítico cinematográfico Jesús García de Dueñas, pronto se convierte en la musa de los grupos intelectuales que frecuentaba su marido. Tras 'Ditirambo' trabaja en 'El hueso', de Antonio Giménez Rico en 1967, y de ahí salta los dramáticos de Televisión Española. Su colaboración con Gonzalo Suárez continúa en 'El extraño caso del doctor Fausto' (1969), 'La Regenta' (1974) o 'Parranda' (1977).

Su paso por el cine a comienzos de la década de 1970 se reduce al spaghetti western ('El sol bajo la tierra', 'El bandido Malpelo'…) y a películas de escasa proyección que únicamente resaltan su fotogenia y su rotunda belleza. Luis Buñuel la quiere para encarnar a la Virgen María en 'La Vía Láctea' (1969), pero cuando la actriz ya estaba en Paris ensayando con el cineasta de Calanda, el sindicato de actores francés prohíbe su participación 'por tratarse de una actriz desconocida'. La televisión es su salvación, trabajando en series como 'Los camioneros', de Mario Camus o 'El pícaro', a las órdenes de Fernando Fernán Gómez.

En 1980 llega otro de sus momentos más dulces, gracias a las series de televisión 'Fortunata y Jacinta', de Mario Camus, y especialmente con el personaje de Clara Aldán en 'Los gozos y las sombras', serie de éxito basada en la novela homónima de Gonzalo Torrente Ballester.

Posteriormente, encadena trabajos relevantes para el cine: 'La colmena' y 'La vieja música', de Camus; 'Los paraísos perdidos', de Basilio Martín Patino; 'Tiempo de silencio', de Vicente Aranda y 'Lo más natural', de Josefina Molina. Gonzalo Suárez vuelve a dirigirla en la serie 'Los pazos de Ulloa' y en las películas 'Epílogo', 'Don Juan en los infiernos' y 'El detective y la muerte'. Aunque no acepta el papel que Pedro Almodóvar le ofrece en 'Matador' (1986), aparece en 'Kika', del director manchego, en 1993. Además, aparece en 'Ánima', de Titus Leber, o en 'Plenilunio', de Imanol Uribe.

Su repercusión en América Latina se dispara a finales de los 80, cuando recorre los escenarios argentinos con 'Una jornada particular' y 'Hay que deshacer la casa'. En España, su mayor impacto sobre los escenarios llega con 'Tengamos el sexo en paz', a partir del texto de Darío Fo, y con su monólogo 'Ojos de agua', basado en 'La Celestina'.

En 1997 estrena 'Secretos del corazón', película de Montxo Armendáriz nominada al Óscar de Hollywood por la que consigue el Premio Goya a la mejor actriz de reparto por su deslumbrante personaje de María. A continuación tiene una breve aparición en 'Tiempos de azúcar', de Juan Luis Iborra y protagoniza 'Nudos' y 'La soledad era esto'. Y no abandona el teatro, con obras como 'Carcajada salvaje', representadas en distintas etapas desde la década de 1990, 'Los puentes de Madison', 'Memorias de Sarah Bernhardt' y 'El otro lado'.

Charo López posee numerosos premios, entre ellos, además de los ya citados, el Fotogramas de Plata por toda su trayectoria, el Premio Nacho Martínez en el Festival de Gijón y el San Jordi de Cinematografía en 2010. En 2020 recibió la Espiga de Honor de la Semana Internacional de Cine de Valladolid. Asimismo, posee otros muchos reconocimientos por sus trabajos en televisión. La actriz ha estado casada en dos ocasiones, con el crítico, escritor y cineasta Jesús García de Dueñas (1965-1971) y con el periodista Carlos Gabetta (1988-1993).