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Charles Chaplin escribe en su autobiografía, publicada en 1964: «Nací el 16 de abril de 1889, a las ocho de la noche, en East Lane, Walworth. Según mi madre, el mundo al que yo llegaba era un mundo feliz». En 'Historia de mi vida' también reconoce las raíces gitanas de su abuela materna, un secreto que su madre le reveló poco antes de morir. «Este hecho constituía la vergüenza de la familia. Sin embargo, se ufanaba de que los suyos habían pagado siempre el alquiler del terreno donde acampaba la tribu».
Casado en cuatro ocasiones, padre de once hijos, Charlot murió en 1977 con un secreto oculto bajo llave en la mesilla de su dormitorio en Manoir de Ban, la casa con un jardín de 14 hectáreas que se hizo construir en Corsier-sur-Vevey (Suiza), a orillas del lago Lemán. De todas las cartas que recibió a lo largo de su vida, el autor de 'Candilejas' solo conservó una, que descubrió su hija Victoria en 2011, cuando la mansión iba a convertirse en museo. En ella, un tal Jack Hill revela al cineasta que no nació en Londres, sino en Black Patch, el mayor campamento gitano de Inglaterra a las afueras de Birmingham. Hill lo sabía porque también vino al mundo allí.
«El FBI siempre quiso saber dónde nació, pero no pudo encontrar ninguna partida de nacimiento», afirma su nieta Carmen Chaplin (Londres, 1977), algo lógico si tenemos en cuenta que los padres del cómico eran artistas itinerantes de music hall. «De esa carta no tenemos ninguna prueba de que sea verdad, es todo muy misterioso. Mi abuelo la guardaba bajo llave en su mesilla. Tenía que ser algo importante».
Carmen Chaplin como directora y su hermana Dolores en labores de producción indagan en el origen gitano del mito en 'Charles Chaplin, A Man of the World', un documental coescrito por Carmen junto a Isaki Lacuesta y Amaia Remírez. España, Portugal, Suiza, Francia, Reino Unido, Irlanda y Colombia han sido paradas de este viaje, que tiene como conductor a Michael Chaplin (Santa Mónica, EEUU, 1946), fruto del matrimonio de Charlot con su cuarta esposa, Oona O'Neill, hija del dramaturgo Eugene O'Neill.
Michael y Carmen, padre e hija, han terminado en Bilbao el rodaje de esta coproducción hispano-franco-holandesa, en la que participa la productora bilbaína Basque Films y en la que gran parte de su equipo es vasco. La elección de la capital vasca nada tiene que ver con la trama, sino con necesidades de producción. Además de fragmentos de películas del director, cuentan con testimonios de artistas como Johnny Depp, Emir Kusturica y Farruquito. La pintora gitana Lita Cabellut ha rodado doce minutos de secuencias de animación, que recrean la infancia del protagonista. La cinta, que ya tiene distribución, se estrenará en marzo de 2023.
«Es una exploración de su obra y un viaje al misterio de dónde nació», resume Carmen Chaplin. Su origen proporciona una nueva perspectiva sobre el personaje que le hizo célebre, el vagabundo, que nació en 1917. «Los gitanos siempre le han sentido muy cerca, habían oído el rumor de que era uno de ellos. Para Charlie era muy importante saber que tenía sangre gitana, al igual que para mi padre».
Michael Chaplin asiente con calma zen. Afincado en Málaga desde hace años, padre de seis hijos y enamorado de Camarón, el hijo de Charlot actuó junto a su padre cuando era un niño en 'El rey de Nueva York'. Buena prueba de su pasado bohemio es su autobiografía escrita en 1966, cuando tenía ¡19 años!, y titulada 'I Couldn't Smoke The Grass On My Father's Lawn' (Yo no podría fumar hierba en el jardín de mi padre), recuento de sus travesuras en el 'Swinging London'.
«Yo tuve una relación difícil con mi padre», admite. «Creía que todos sus hijos tenían que tener una educación porque él no la había tenido. Era una defensa contra la pobreza. Yo no era muy bueno en el colegio, prefería irme al bosque a ver a los pájaros. Siempre había un poco de tensión entre nosotros». Descubrir sus raíces gitanas, reflexiona, le ha servido para verle de manera más profunda. «A veces me parecía que tenía un comportamiento ilógico, y, claro, ahora entiendo que los gitanos hacen las cosas desde el corazón y no con la cabeza. Sí, rodar esta película me ha hecho estar más cerca de él y entenderle».
La lucha de Michael Chaplin por liberarse del peso del apellido parece felizmente superada. «Nunca lo he llevado como una responsabilidad, siempre he tratado de ser yo mismo. Mi padre era una figura muy poderosa, yo he intentado buscar quién soy. Apellidarte Chaplin te da ventajas en muchos sentidos, pero nunca me he aprovechado de ellas. Si miro atrás pienso que tuve una infancia feliz y privilegiada. Doy gracias por ello».
El autor de 'Tiempos modernos' nunca contestaba cuando le tachaban de judío o comunista. La persecución del senador McCarthy durante la 'caza de brujas' provocó que se fuera a vivir a Suiza. «Una vez contestó que no tenía ese honor de ser judío», apunta Carmen Chaplin. «Era un humanista, y no puedes ser también comunista cuando ves lo que ha hecho el comunismo. Charlie se interesó por muchas cosas, pero no fue un hombre político». Su legado, constata, son sus películas. «Cuando las veo con público, con niños, compruebo que todavía les afecta».
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