Superman y España
Crítica TV ·
Pero mucho antes de las películas estaban los cómics, que llegaban a España a través de la Editorial Novaro de México, y que los chicos de aquellos primeros 60 devorábamos con pasiónYa tenemos aquí un nuevo Superman, que vuelve a empezar otra vez, y la Warner ha desplegado toda su artillería no sólo para este nuevo ... comienzo, más insulso que los anteriores, sino que las plataformas han rescatado las anteriores películas, incluidas las más famosas, las de Alexander e Ilya Salkin, que eran padre e hijo, y no hermanos como se empeñaban en afirmar, y con quienes tuve ocasión de compartir una comida en casa Botin, junto a otros colegas, que organizó el inolvidable Alfonso Eduardo. Pero mucho antes de las películas estaban los cómics, que llegaban a España a través de la Editorial Novaro de México, y que los chicos de aquellos primeros 60 devorábamos con pasión. Se iban alternando, una semana con el Clark Kent adulto salvando al mundo, y otra con un Kent adolescente con una novia que era una compañera de clase, que es el que más nos gustaba, aunque solo fuera por la necesidad de empatizar con un superhéroe a tu imagen y semejanza.
Pero hubo un momento en que Superman dejó de llegar a los kioscos. Ingenuo a mis 13 años, escribí una carta a Novaro preguntando el motivo por el que había dejado de distribuirse en España. Y me contestaron: 'Superman ha sido prohibido por la censura' decía la carta de forma muy educada. Fue la primera vez que fui consciente de dónde estaba viviendo. Sí, España era diferente, pero para peor. Es curioso que ningún historiador del cómic haya investigado aquella censura de Superman en la España de los 60. Dado que las actas de la censura deben estar guardadas en los archivos de la Administración General del Estado, no debe de ser difícil encontrar los motivos. Y sin olvidar aquel infame Superman japonés, una serie de tv nipona con pocos superpoderes.
¿Ya estás registrado/a? Inicia sesión