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Trilerismo de manual

Trilerismo de manual

Miércoles, 15 de julio 2020, 04:15

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Apropiándonos de el eslogan con el que Atresmedia quiso vender su debate, TVE en Canarias ofreció la cita definitiva con los aspirantes al Congreso por Las Palmas en 80 minutos de intercambio, algún que otro roce, y poco contenido para que el elector indeciso, esa figura enigmática que cada comicio parece más relevante, tome parte en las urnas.

No es culpa de los candidatos, es que esta suerte de confrontación televisada que alcanzó su esplendor dorado con el mítico cara a cara de Felipe González con José María Aznar ha derivado en un manual para trileros en el que sacar lustre al argumentario partidista.

Que Saúl Ramírez y Guillermo Mariscal iban a enfocar sus dardos contra Elena Máñez era tan previsible como que María Fernández intentara hacer pasar los logros de Nueva Canarias en Madrid como méritos de Coalición. Algo a lo que rápidamente quiso salir al paso Pedro Quevedo, aunque en lapsus linguae acabó haciendo un jeroglífico con las señas del nacionalismo.

En un debate de Estado, al final la singularidad canaria quedó diluida, como bien hizo apreciar María Fernández, orillada en los clásicos populares del REF y el Estatuto. No faltó un clásico. Desde «con el PSOE el paro se dispara», mantra legendario y falaz del PP, hasta Ani –por Oramas– es la diputada más chachi, repetido constantemente por Fernández, cuya verdadera dimensión probablemente esté siendo limitada por su propio partido, que la convierte en comparsa de la eterna política tinerfeña. La presencia de Rosell es un acto de justicia. Un regreso a una escena de la que se le sacó por la puerta de atrás con embustes en una de las mayores infamias políticas del país.

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