Culebrón
A la última ·
Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso van a acabar liándose. No hay vuelta atrás
Llevo a gala ser uno de los pocos españoles que vio el primer episodio de 'Cristal', el culebrón fundacional. Corría el año 1989. Puse la ... UHF y apareció una señorita que decía 'chévere', 'paraliticada' y otros vocablos fascinantes. Había algo hipnótico en sus puertas de tablerillo, en su guión descabellado y en las caras de asombro que ponían los actores, como de cervatillos deslumbrados en la carretera. A veces Luis Alfredo pegaba un portazo y temblaba todo el escenario. Descubrimos entonces un modo sudamericano de ser guapo, más relacionado con las pelambreras esponjosas que con los abdominales.
Les confieso todo esto para que conozcan mi autoridad en la materia y sepan valorar el anuncio que les voy a hacer: Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso van a acabar liándose. No hay vuelta atrás. Podría haber sido este viernes, si Isabelita hubiera acudido a la Moncloa con su chupa de cuero: una mirada, un mohín, un piquito, un retozar por las alfombras ante la estupefacción de sus jefes de gabinete. Los expertos en culebrones sabemos que este final está cantado. Son ambos igualmente guapos y pérfidos, más macarra ella, más frío él, pero con la misma pasión de gavilanes en sus ojillos insaciables.
Si este viernes no se ha producido el desenlace quizá sea porque los guionistas no saben cómo resolver el futuro de algunos secundarios a los que les hemos cogido cariño. ¿Se juntarán el novio defraudador y la catedrática 'fundraiser'? ¿Encajaría Miguel Ángel Rodríguez en el papel de amigo gay de la chica? ¿Los casará el fiscal general del Estado vestido de hawaiana? Y, sobre todo, ¿por qué Feijóo se ha quitado las gafas? ¡Ojo con eso! ¡Así empezó la transformación de Betty la fea!
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