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A vueltas con los tipos

A vueltas con los tipos

A cara descubierta ·

Vienen meses complicados y de mucho sacrificio. Durante un tiempo van a convivir unos precios elevados con el encarecimiento de los créditos, con lo que los españoles tendrán menos dinero en el bolsillo. Confiemos que la receta del BCE de subir los tipos dé sus frutos

Silvia Fernández

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 12 de septiembre 2022, 12:02

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El Banco Central Europeo (BCE) ha optado por coger el toro por los cuernos y va a tratar de atajar de lleno la elevada inflación, que se sitúa en el 9% en la eurozona y que en España está por encima del 10%.

Ayer el consejo de gobierno del BCE decidió elevar de golpe en 75 puntos básicos los tipos de interés, en una subida sorprendente que sumada a la de julio, del 0,50, eleva los tipos hasta el 1,25.

Golpe para los hipotecados -particulares s y empresas-, que van a experimentar una importante subida de sus cuotas crediticias.

El Euríbor, que hace apenas un año estaba en el terreno negativo, roza ya un 2% y ha encarecido los préstamos, que se enfrentan a nuevas alzas. Y es que el BCE no descarta nuevas subidas en sus próximas reuniones de octubre y diciembre. Todo para lograr que la inflación vuelva al objetivo del 2%.

Los próximos meses se anticipan complicados para los bolsillos de los españoles porque, hasta que se consiga domar la inflación, ésta va a seguir alta y ahora se le suma el encarecimiento de las hipotecas.

La conclusión es que vamos a tener menos dinero en el bolsillo para afrontar el día a día. Esto inevitablemente va a traer un parón de la demanda y de la inversión de las empresas, al menos en el corto plazo. En consecuencia habrá un menor crecimiento económico, que ya se está viendo a nivel mundial, y un alza del desempleo pero todo sea por contener la inflación.

La teoría económica considera que, si se apacigua la demanda los precios irán a la baja y entonces, una vez controlados, los tipos también se recortarán. Vuelta a la normalidad, al crecimiento y al empleo.

El problema es que la inflación actual está más vinculada a la subida de los costes energéticos que a una demanda desmesurada (tal y como sucedió en la crisis del petróleo de los años 70), con lo que está por mucha teoría económica que se aplique está por ver si la receta del BCE da resultados. Esperemos que los sacrificios sirvan para algo.

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