Público-privado

El Cabildo de Gran Canaria espera que el público pueda recorrer sus salas desde finales de 2026. Las posibilidades arquitectónicas son enormes y la colección permanente que va a 'regalar' la corporación insular a la ciudadanía que visite el Mubea será de un nivel excelso, a tenor de lo que se ha ido mostrando en varios anticipos expositivos. Al fin, todo el que quiera ver una selección de los históricos maestros de las bellas artes isleños podrán hacerlo en un lugar concreto.

Pero ahí no acaban las posibilidades del Mubea. Puede convertirse en un ejemplo magnífico de colaboración público-privada. Una fórmula que, sobre todo los anglosajones, llevan explotando de forma magistral desde hace muchos años. Cierto es que una Ley de Mecenazgo efectiva sería la llave maestra. Pero, aunque suene a utópico, no todo es dinero. Al menos de forma directa. Existe algo intangible y de enorme valor que es el prestigio y el valor social, pero a los empresarios canarios eso les suena a chino. Que el nombre de su empresa figure en una de las salas del Mubea a cambio de un desembolso anual sería un ejemplo estupendo. La cafetería que se instalará en la planta alta, con vistas a los riscos, es otro ejemplo dentro de las posibilidades casi infinitas para explotar de forma novedosa la colaboración público-privada.