Las Canteras es una gran playa urbana, una de las joyas de la capital grancanaria y del archipiélago, pero su estado actual dista mucho del ... que a la mayoría de los usuarios y ciudadanos de la isla le gustaría.
Es una playa libre de humos. Es decir, no se puede fumar en su arena. Así lo decidió, con acierto, el Ayuntamiento en el anterior mandato, tras una consulta popular. Pero se trata de una utopía. En su arenal, los fumadores campan a sus anchas. Y como buenos asiduos al tabaco tradicional, al electrónico y al 'vapeo', dejan su huella para el que venga detrás. Basta con mover un poco la arena para que empiecen a aflorar colillas por doquier, así como las boquillas de los dispositivos electrónicos con los que carbonizan sus pulmones. El control es inexistente. Aquello de ver a un policía Local en el arenal es un recuerdo de un pasado ya remoto. La señalética que advierte que no se puede fumar es mínima, casi invisible.
En la arena no solo nos topamos con facilidad con esos restos del paso de los humanos. Vemos de todo, fruto de la inconsciencia de buena parte de la ciudadanía y de un plan de limpieza deficiente o nulo. Porque reto a quien lo dude a que localice uno de los múltiples residuos que vea en un lugar concreto de la arena y regrese al mismo lugar a la mañana siguiente. Allí lo encontrará. Y en los siguientes días, también, porque esto viene de lejos. Hay basura acumulada desde hace meses, no se ha generado este verano. Es una pena que Las Canteras no albergue actos del próximo carnaval, lo único que le interesa al Grupo de Gobierno actual. Su realidad sería otra, seguro.
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