En Gran Canaria contamos con una serie de grupos musicales, cantantes y 'showmans' que son adivinos. Tienen la capacidad de saber lo que va a ... suceder antes que nadie. No son muchos, pero ponen de manifiesto en público este don sorprendente con naturalidad. Lo hacen en sus redes sociales, cuando anuncian su participación en fiestas de la capital grancanaria y de algún que otro municipio de la isla antes de que se anuncie públicamente la licitación que designe a la productora encargada de llevar a cabo la producción y la parte artística de esa festividad. Evidentemente, lo de que sean adivinos es ironía.
Para que se sitúen bien. Dan a conocer su participación antes de que los responsables municipales designen a la empresa adjudicataria de la licitación pública a la que han concurrido varias. Es decir, saben que corren en el caballo ganador porque, eso dan a entender, la licitación no es más que un paripé. Esto lleva meses corriendo como la pólvora entre buena parte del sector cultural de la isla, que ya se lo toma a cachondeo.
Dudo que se lo haya tomado de la misma manera la Fiscalía Anticorrupción, porque... ¡oh, sorpresa! las licitaciones parten de la Sociedad de Promoción del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a la que está investigando a raíz de las denuncias presentadas por el PP en el Consistorio y admitidas a trámite, al igual que las dos ampliaciones posteriores. Este 'modus operandi' al igual que los tejemanejes entre las empresas adjudicatarias está siendo analizado por la UDEF y la Fiscalía.
Y no descartemos que lupa se extienda a otros municipios, donde algunas productoras son las reinas del mambo.
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