El museo marítimo

La llegada y desembarco durante siglos a la ciudad de personas de muy diversa procedencia y los negocios que han surgido y proliferado alrededor del recinto portuario durante años y, que contribuyeron a generar riqueza y empleo a la isla, han forjado una forma de ser propia y una historia que es digna de preservarse y contarse a las futuras generaciones. El trabajo además no es difícil ya que durante años, los amantes de este puerto, convertidos en guardianes de su historia frente al desdén de los gestores políticos, se han encargado de preservar este legado que reclama su espacio en la ciudad.

Hay voces que rechazan el proyecto porque apuntan que ya existen espacios similares, como el Museo Elder o el Museo Naval, que está en el Arsenal y de carácter militar, pero un museo marítimo es otra cosa. Su creación, bien montado (que esa es otra), sería además un aliciente para los turistas que visitan la ciudad y complementaría su actual oferta cultural y de ocio. Podría servir además para dar a conocer y acercar el puerto actual, sus actividades, terminales y negocios, a los habitantes de esta ciudad.

La Asociación Canaria de Coleccionistas Marítimos (Accomar) ha encontrado afortunadamente un espacio en Sardina del Norte (gracias al Cabildo y al Ayuntamiento de Gáldar) en el que exponer algunas de sus piezas. La alternativa es válida ante la falta de un sitio en la capital pero todos sabemos que este no es el lugar idóneo en el que preservar parte de la historia de esta isla. Y si no miren al resto de las grandes ciudades portuarias de España: Bilbao, Santander, Asturias, Barcelona...