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Salgo solo un momento

Frecuencia modulada ·

Lunes, 8 de marzo 2021, 07:07

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Papá Estado salió tras el verano a comprar cigarros y aún no ha vuelto. La promesa «será solo un momento» precedió al portazo con que Pedro Sánchez huyó del desgaste familiar de la pandemia, optando por dejar en manos de mamá autonomía el peso íntegro de la casa. No miró atrás cuando el mayor de la prole gritó un tardío «te acompaño», tampoco se llevó al perro para disimular, ni siquiera cogió la correa...La decisión estaba tomada aunque la carta con explicaciones a la sociedad española tardaría unos meses en llegar. «Ya no te quiero»...comenzaba la misiva que acompaña a los papeles para empezar los trámites del divorcio.

Desde entonces, las noticias del supuesto cabeza de familia han llegado tan a cuenta gotas como la pensión que fijó el juez en la vista de separación. Sánchez anunció primero una lluvia de millones de Europa y, en un reciente whatsapp al vástago mayor, una transferencia de 11.000 millones de euros para cubrir a las necesidades básicas de la nevera. Empresas y autónomos llevan tiempo sin nada que echarse el estómago, pero la ayuda parece ahora que no llegará hasta «finales de mayo», dice la prima Nadia Calviño.

Otro día el arrepentido padre recoge al del medio a la salida de la escuela y le anuncia que pronto habrá un plan específico para salvar al sector turístico y al de la hostelería. «¿Volverás la próxima semana a casa con el regalo?», pregunta la confiada voz infantil. «Claro, claro, pero no le digas a mamá que me has visto», es la frase que cierra el fugaz encuentro.

Los días pasan hasta que el giro de una llave en cerradura trae la esperanza a toda la familia. Comunidades, cabildos, ayuntamientos y ciudadanos desvían la mirada hacia la puerta. «Ya está aquí», piensan sin verbalizarlo mientras la figura de la tía Carolina Darias devuelve a la realidad al clan. «Solo he venido a buscar algunas de sus cosas», murmura avergonzada.

Tras muchos porfavor, el cuñado consigue un encuentro para mediar en una sórdida cafetería de suburbios. «Aceptaste un régimen de visitas, querías hasta la custodia compartida», le recuerda un ojeroso Ángel Víctor Torres al presidente del Gobierno central mientras reescribe en una servilleta la lista de reclamaciones de Canarias: prórroga infinita de los ERTE, plan específico para el turismo, derivación de inmigrantes, traspaso de competencias, adenda de carreteras...Pedro Sánchez coge el papel y lo mete en la carpeta con otros tantos garabatos. «¿Ni siquiera echas de menos a los niños?»

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