Sagitario A* al estilo isleño

La primera imagen «histórica» de Sagitario A* provoca sentimientos encontrados. Por un lado, nos invade el inevitable poder de atracción que genera la naturaleza desbocada, pero por otro da pánico imaginar el nivel de destrucción absoluto de ese 'monstruo' que vive en el centro de nuestra galaxia. Dice Wikipedia: «un agujero negro es una región finita del espacio en cuyo interior existe una concentración de masa suficientemente elevada como para generar un campo gravitatorio tal que ninguna partícula puede escapar de ella». ¿Se puede definir mejor y con tan pocas palabras el Parlamento de Canarias?

Porque está demostrado científicamente que no hay alma política que pueda/quiera escapar de las garras de la Cámara regional. La sede de Teobaldo Power ejerce en la clase pública del archipiélago una atracción cósmica sideral, ley del universo que -sin necesidad de que la estudie un equipo internacional y multidisplicinar- lleva legislatura tras legislatura cumpliéndose a raja tabla en esta comunidad autónoma. «El que entra en el salón de plenos, hará lo que sea necesario para seguir pisando esa moqueta granate mientras el cuerpo o su partido político aguanten», dicta la tiranía parlamentaria.

Y es que los 'pobres' humanos caen en ese pozo incandescente del que ahora tenemos por primera vez una fotografía y surgen con aire místico 'quemados' por un sueldo mínimo de 4.000 euros más una media de 700 más por dietas al mes. ¡Difícil que no baje la temperatura corporal cuando, desde el insignificante planeta tierra, algún mundano propone a un diputado regional ir a un cabildo o ayuntamiento en las elecciones de 2022!

Mas allá del sueldo de astronauta, los últimos experimentos concluyen que la falta de actividad en el Sagitario A* canario ayuda mucho a que el agujero negro de la Cámara regional se lo trague todo. Con tres titulares presentas otras tantas preguntas, de un párrafo sale una comparecencia y siete lineas mal puestas dan para una proposición de ley. Iniciativas de altura galáctica que suman a la hora de demostrar méritos para seguir en órbita otros cuatro años más.

El campo gravitatorio de la sede parlamentaria gana más enteros aún cuando se tiene en la palma de la mano al Gobierno regional. Nada más parecido al 'efecto perspectiva' que experimentan los cosmonautas que obligar a un consejero a explicar el sexo de los ángeles. ¿Aporta algo este fenómeno a la galaxia isleña? No conteste. Seguro que la NASA lo hará pronto.