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Torres dialoga con Navarro la pasada semana en el Parlamento. EFE
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Las venas abiertas ·

«Me llama la atención esta perreta de los custodios del espíritu del 78 y las bondades de la Transición. Esa que hubiera sido imposible sin el encaje del PC»

Martes, 30 de marzo 2021, 06:38

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La otra tarde andaba escribiendo mis páginas de cultura cuando recibí varios WhatsApp. Me preguntaban si estaba viendo la intervención de Australia Navarro en el Debate del Estado de la Nacionalidad, lo que inmediatamente activó mi curiosidad. Me levanté del escritorio, fui hacia el televisor y para no perderme detalle aproveché la opción de dar para atrás al directo y consumir esa dosis completa de política de estrado. En mi pantalla apareció la lideresa de los populares canarios. En esta ocasión vestida de rojo de arriba a abajo, curiosa elección para la temática de un discurso pasado de temperatura.

Navarro usó un tono impropio. Demasiado barro. Un soniquete desagradable que acompañó, tal vez para ponerse a la altura de las mentiras que Ortega Smith anduvo diciendo por El Lasso, de muchas incorrecciones bañadas en confrontación. Y acabó, claro, invocando al monstruo: ¡Comunismo! gritó desde su tribuna.

Es agotador ese mantra de la derecha que lo mide todo por el Gulag y y la invasión de Praga. Me llama la atención esta perreta de los custodios del espíritu del 78 y las bondades de la Transición. Esa que hubiera sido imposible sin el encaje del PC. Un partido que tal vez pagó electoralmente su necesidad de consenso democrático haciendo tabla rasa por el bien común tras años de fuego y exilios.

Mi concepción de Canarias le debe más a algunos comunistas que a la derecha burguesa de las islas. A la construcción social y cultural que cimentaron figuras como Tony Gallardo o González Viéitez. O a los derechos laborales que consiguieron referentes como los Sagaseta o Carlos Suárez, 'Látigo negro'. Gente que no tiene expedientes políticos con manchas, por ejemplo, como las de José Manuel Soria, detrás del que siempre se pudo ver a militantes como Australia Navarro aplaudiendo contra viento y marea.

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