Una ciudad destartalada
Mi punto de vista ·
«En la capital grancanaria el hartazgo ya es generalizado y no se debe mirar hacia otro lado»Descompuesto, desproporcionado y sin orden. Así define la Real Academia de la Lengua Española la palabra destartalado. Las Palmas de Gran Canaria es hoy un ... día un ejemplo de ciudad destartalada. El hartazgo ya es generalizado y no se debe mirar hacia otro lado. Uno, de manera particular, puede poner mil ejemplos de situaciones rocambolescas que definen el deterioro que existe en infinidad de servicios. Limpieza, parques y jardines, movilidad, seguridad, etc. La capital grancanaria ha entrado, a falta de año y medio para un nuevo periodo electoral, en un sálvese quien pueda que se irá solventando con más luces navideñas y más presupuesto para el Carnaval.
Que la ciudad esté plagada de tótems que contaban el paso de bicicletas y que ahora son utensilios en desuso; que en una calle desde hace años, debido a diversos cambios en movilidad, se mantengan tres pasos de peatones y un semáforo en menos de 50 metros; que para arreglar los parterres del Parque Romano lleven meses; que los carriles bicis en infinidad de calles no tengan ni color; que los parterres de la Autovía Marítima sean estercoleros, que la suciedad predomine y que no pase nada, es sinónimo de dejadez.
El argumento entre los ciudadanos hablando de la suciedad existente es ya recurrente, pero ponerse una venda y decir que todo está bien es habitual entre la clase política. En la capital grancanaria, en breve, se hablará de más luces navideñas que nunca, de un Carnaval histórico, etc. Pero las principales preocupaciones diarias del ciudadano seguirán latentes.
Para desviar la atención ahora hablamos del cambio horario. Jajaja. Esto de la política es similar a los eventos que se organizan con suculentas subvenciones públicas. Les propongo un juego: si logran encontrar un evento público -cultural o deportivo- subvencionado hasta las trancas que año a año no haya logrado su objetivo me lo dicen. No encontrarán ninguno. Todos los eventos se superan año a año, baten registros, va más público, participan más deportistas, más audiencias, más retorno económico, vienen desde más países. Jajaja.
Pero nadie hace un balance serio de qué está sucediendo. ¿Hablamos de los mismos participantes desde hace años, pero cada año 'engañan' al político de turno? ¿De dónde salen estos estudios de retorno económico? ¿Quién los encarga? En fin, entramos en un bucle en el que los políticos miran hacia las urnas y el ciudadano opta, en su mayoría, en pasar de ellos. Es hora de reaccionar.
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