Presupuestos para la reactivación

Tras la aprobación en Consejo de Gobierno, el pasado viernes entró en el Parlamento el proyecto de ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma de Canarias para 2021, el segundo que elabora el Pacto de las Flores desde la investidura de Ángel Víctor Torres.

Como explicó en sede parlamentaria el vicepresidente y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, estamos ante unas cuentas orientadas a hacer frente a los estragos de la pandemia por el coronavirus covid-19. Lo que empezó como una crisis sanitaria, saltó de inmediato a la escena económica y social, paralizando la actividad productiva y agigantando las cifras de paro. Y seguirá siendo así mientras que no haya una solución en el campo médico, con las miradas puestas en esa vacuna que, según todas las estimaciones, llegará como muy pronto en el primer trimestre de 2021. En el caso de Canarias, el impacto económico es mayor que en la media del país por la dependencia del turismo, un negocio que cerró por completo y que confiaba en los corredores sanitarios seguros, pero estos resultan insuficientes para la reapertura de hoteles y apartamentos si en los países emisores los respectivos gobiernos se decantan por los confinamientos, como hemos visto en los últimos días.

Con ese escenario, hay que valorar positivamente la apuesta del Gobierno canario: no solo quiere amortiguar los efectos sociales de la crisis, sino que ha elaborado un proyecto presupuestario que busca ser un estímulo a la economía. Aprovecha para ello los fondos adicionales que llegarán del Estado y de la Unión Europea, al tiempo que incrementa en nada menos que el 17% la inversión pública.

El riesgo es evidente: si Madrid no cumple, si se prolonga el parón productivo porque la pandemia no tenga freno en el próximo semestre, y si no hay la debida diligencia en la gestión pública, el dibujo presupuestario se difuminará por completo. Pero así como el factor de la vacuna no depende del Gobierno regional, sí que tiene el Pacto de las Flores la obligación de ser vigilante y exigente con Madrid. Como también debe articular los mecanismo internos en el aparato administrativo para que la burocracia no sea un freno a esta tan necesaria apuesta por lo público como palanca para la recuperación y la reactivación de la economía.