Polémicas de agosto
A cara descubierta ·
Agosto es un mes de bajón informativo y el propicio para que algunos rescaten viejos temas polémicos para ocupar unos cuantos días de titulares. El primero fue Román Rodríguez recuperando el debate del control poblacional después vino Noemí Santana con su ecotasaAgosto suele ser tradicionalmente un mes de bajón informativo. Los representantes políticos aprovechan para tomar vacaciones y todo lo público funciona a medio gas: administraciones, juzgados... Así que es el mes que aprovechan algunos para recuperar y llevar a escena viejos temas ya olvidados pero que siempre despiertan cierto debate. Es la ocasión de oro para aparecer en los titulares de los medios de comunicación durante varios días y tener su momento de gloria. También les permite ganar enteros de cara a sus formaciones y hacerse notar, algo que adquiere especial sentido este año que estamos a escasos meses de una cita electoral.
En cualquier otra época del año y con el ritmo vertiginoso que tiene la actualidad diaria sus planteamientos ya manidos pasarían desapercibidos, sin pena ni gloria, pero en agosto todo vale.
El primero en aprovechar esta estrategia fue Román Rodríguez, que a principios de agosto, volvió a plantear el tema del control de la población en el archipiélago, que lleva casi 20 años en el candelero. Tanto la Constitución Española como los tratados europeos dejan clara la imposibilidad de fijar límites a la libre circulación y el derecho a elegir libremente el lugar de residencia pero el control de la población es un tema que siempre da que hablar cuando quizás, lo que hay que empezar a hacer es buscar fórmulas e incentivos para atraer más población a las zonas rurales y evitar el abandono de los pueblos del interior hacia las localidades de costa. Fenómeno que va al alza y dispara la presión sobre algunos núcleos poblaciones del archipiélago, algo que sí es un verdadero problema.
Después vino Noemí Santana y su ecotasa, que saca a colación en el peor momento para el sector turístico. Hemos atravesado dos años de pandemia, con cero turístico durante tiempo, con miles de canarios viviendo el drama de los ERTE y aún sin haber recuperado el nivel de turistas precovid, Santana plantea poner a los turistas un impuesto para venir a las islas. Hace unos meses Canarias inició una cruzada para impedir que se aplique en los vuelos a Canarias el impuesto al queroseno que planea Europa (la llamada tasa verde) por el impacto que puede tener en el turismo y ahora, nosotros mismos, abogamos por una ecotasa. ¿Dónde está el sentido común en esta región?
Nosotros mismos echando piedras sobre nuestro tejado. Aquí la clave es gestionar de forma eficiente lo que se tiene (que no se hace) en lugar de aumentar la imposición. Está visto que recaudar más no es sinónimo de mejor bienestar social. Basta echar un vistazo a los indicadores sociales de las islas para comprobarlo.