El meme de Spiderman

Nos pueden servir como referencia todos aquellos supuestos enemigos del totalitarismo que ofrecen como solución a sus problemas el control absoluto del mensaje público. O aquellos que acusan a otros de romper la unidad de España siendo precisamente ellos los primeros que excluyen de la protección de la enseña nacional a aquellos que no comulgan con su manera de entender su país.

Lo veo representado en la política de necios con la que el Estado enjaula a los migrantes en Canarias y les niega el derecho más elemental a la circulación de las personas. Pero también lo veo por la actitud, ruidosa y marrullera, de una oposición que monta bulla pero prohibe a los suyos hablar de derivaciones a la península mientras en Canarias la situación se desborda.

O lo veo en muchos de nosotros ante la pandemia. Cancerberos de las conductas ajenas, que censuramos la algarabía de copas y abrazos de otros mientras incurrimos nosotros de alguna manera en las mismas faltas cuando se tercia oportunidad.

Yo mismo me he vestido de Spiderman (aunque siempre fui más de Batman) para venir a estas 54 líneas de periódico (en su edición impresa) a decirles a ustedes cuál es el comportamiento más adecuado ante la vida. Maldita enfermedad es esta de la superioridad moral.