Borrar
Directo Vegueta se tiñe de blanco con la procesión de Las Mantillas

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Llega el 21 de diciembre y con él, el esperado invierno. Una estación que nunca pasa de puntillas porque trae consigo el frío, los temporales y las heladas, pero también la Navidad, la solidaridad, el encontrarte con seres queridos, las fiestas de empresa y de amigos, los actos benéficos, los gestos entrañables y, como no, la lotería. Ese juego que une porque muchos son los que hacen una peña para jugar números en conjunto, pero que también ha traído más de un problema para aquellos que, o bien se olvidan de comprarlo a pesar de que tienen el dinero de todos los participantes, o se intentan hacer los locos si ganan algún premio para así quedarse con las perras. Es tal la pillería, que hasta una start-up alicantina ha desarrollado una aplicación que permite certificar ante notario si dos o más personas han compartido lotería para que no haya problemas en el cobro de los premios. Si han ideado esta plataforma, por algo será...

Pues con la navidad y la proximidad del 2019, para muchos ganar la lotería no solo sería hacerse con el premio que cantan los niños de San Ildefonso, para nada. El nuevo año trae consigo numerosos hitos que van a cambiar mucho nuestro día a día. Por un lado está el gordo que llegará en forma de elecciones autonómicas que se presentan más intensas que nunca debido al clima de crispación política existente y la irrupción de Vox como fuerza que quiere rescatar el voto de una derecha en crisis existencial. En Canarias, Clavijo tendrá que nadar entre dos aguas, la de la campaña electoral y su posible condición de investigado en el caso Grúas, que podría sentarlo en el banquillo para declarar en plena búsqueda de votos entre los ciudadanos de las islas. Será una papeleta para el nacionalista, que está cerca de cumplir un mandato que no ha transmitido ni frío ni calor.

Otro premio de lotería que debe de caer en 2019 es el de la toma de conciencia en igualdad y violencia de género. Este nuevo año debe de ser el de la reforma del sistema en su máxima expresión. El educativo, con una apuesta firme por la formación de base en la sociedad que se convertirá en adulta la próxima década; el legislativo, con reformas que de una vez por todas despejen dudas en torno a las calificaciones de los delitos de violencia de género; el social, para que se destierren conductas discriminatorias por razones de género y el económico, con partidas presupuestarias dignas que sean destinadas a materias de prevención, actuación y la atención posterior a las víctimas de esta lacra. Ojalá toque esta lotería y afrontemos un 2019 con más conciencia y menos víctimas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios