Ferrocarril o carretera. La necesaria coordinación entre Administraciones
En los cuatro años en los que coincidió el grupo de Gobierno del Cabildo con el Pacto de las flores, liderado por el PSOE, en el Gobierno de Canarias, no se produjo ningún avance significativo
Julio Rodríguez
Consejero del grupo de Coalición Canaria en el Cabildo de Gran Canaria
Sábado, 11 de octubre 2025, 23:59
El 15 de septiembre de 1830 se inauguró en el norte de Inglaterra la línea Manchester Liverpool, considerada como la primera al lograr la coincidencia ... de Servicio Público, tráfico mixto, carril saliente de hierro sobre traviesas y material granular con locomotoras a vapor. La sociedad europea venía de atravesar una prolongada era en la que el comercio y los desplazamientos en general estaban muy mermados por la inseguridad que había entre las zonas pobladas.
El ferrocarril tuvo un papel principal en la Revolución Industrial que se produjo en aquellos años pues permitió que los excedentes resultantes de las fábricas recién creadas pudieran ser consumidos en lugares lejanos de los centros de producción.
Así empezó a caminar el siglo XIX donde el medio de transporte que supuso el ferrocarril permitió estructurar el territorio que atravesaba mientras aseguraba unas relaciones económicas hasta ese momento impensables.
Fue ya en el siglo XX cuando aparece el principal competidor del ferrocarril: la carretera. Los nuevos vehículos, asequibles para la clase media desde que Henry Ford inventó la producción en cadena y el Ford T, daban una libertad de movimientos muy superior a los rígidos horarios e itinerarios de los trenes.
De todos es conocido el enorme éxito que tuvo la inserción del automóvil en la realidad de la sociedad occidental, especialmente a partir de la Segunda Guerra Mundial, con un crecimiento exponencial en el número de vehículos hasta la llegada del siglo XXI, en el que estamos con un grado de saturación que permite afirmar que ya no caben más coches, salvo en los garajes, con tasas de motorización superiores a los 600 vehículos/1000 habitantes. Lo que no podemos hacer, hasta ahora, es conducir 2 coches al mismo tiempo, al menos mientras no se imponga el vehículo autónomo que está a la vuelta de la esquina.
Gran Canaria nunca tuvo ferrocarril, más allá de unos cientos de metros en el Puerto de La Luz y Las Palmas. Hace unas décadas, las mentes pensantes del Cabildo de Gran Canaria iluminaron la idea de que un modo de transporte guiado debía ser la solución para realizar los movimientos entre la capital insular, el aeropuerto y la ciudad turística del sur. De esta forma quedó recogido en el Plan Insular de Ordenación de Gran Canaria de 2003 la apuesta por concretar una línea de ferrocarril para estructurar la isla.
La tarea para el desarrollo de esta idea y su implantación mediante la redacción de los instrumentos de ordenación necesarios, los proyectos de ejecución y la posterior explotación del servicio quedaron en manos del Cabildo de Gran Canaria, incluyendo esta competencia en el artículo 6 de la Ley 8/2015 de Cabildos Insulares.
La cronología se sintetiza de la siguiente forma: en 2003 el PIO determina un corredor de transporte público con infraestructura propia y tecnología de modo guiado entre Las Palmas de Gran Canaria y Maspalomas. La concreción se realiza mediante el un Plan Territorial Especial (PTE-21), que viene a aprobarse en el año 2010. Los proyectos de construcción de 11 estaciones y 7 tramos de vía son encargados y, la mayoría, se acaban en el año 2014, pero sin la preceptiva declaración de impacto ambiental que, en aquellos momentos se tramitaba por el órgano ambiental del Gobierno de Canarias (la COTMAC). De repente, en un importante punto del recorrido, a la entrada de Playa del Inglés, por la aparición de una iniciativa privada, el Cabildo rectifica y considera que debe ponerse un equipamiento turístico complementario por donde pasaba el tren y decide cambiar el trazado de la vía del ferrocarril, lo que supone una Revisión del PTE21 y encargar nuevos proyectos de los tramos afectados (unos 8 kilómetros del total de 57).
En estos momentos, hasta donde sabemos, la revisión del PTE21 se aprobó en 2022 y la redacción de los últimos proyectos debe estar a punto de finalizar. Aunque seguimos sin declaración de impacto ambiental que ha pasado al órgano ambiental del Cabildo desde hace unos años.
Mientras tantos, el Gobierno de Canarias trata de resolver los atascos en la GC-1 con actuaciones que no pueden considerarse menores. Parece evidente que las próximas obras de ampliar la GC-1 a la altura de Telde supondrá un alivio que durará un tiempo, pero que no se puede considerar la solución definitiva. También el Gobierno de Canarias prevé actuar en el enlace de El Carrizal, conocido como de Las Puntillas, lo que se mejorará notablemente tanto la fluidez del tráfico en la GC-1 como la conexión con Carrizal, Ingenio y El Burrero.
Pero la vía que, sin duda resolverá los atascos en la GC-1 será la nueva GC-5 que partiendo de la circunvalación (GC-3) llegará hasta pasado el aeropuerto, coincidiendo con el enlace de Las Puntillas enunciado.
Nos encontramos que, mientras el Gobierno de Canarias hace las carreteras, incluidas todas estas actuaciones en los sucesivos Convenios con del Gobierno de España, por tanto con financiación y programación, el Cabildo va traqueteando con su tren sin atisbo de financiación hasta hace unos días.
Efectivamente, los 4 años en los que coincidió el grupo de Gobierno del Cabildo con el Pacto de las Flores, liderado por el PSOE, en el Gobierno de Canarias, no se produjo ningún avance significativo conocido en lo que respecta a la coordinación entre administraciones, en materia ferroviaria.
Con la entrada en el Gobierno de Canarias del equipo actual se ha formalizado un Protocolo entre el Gobierno de España, el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Gran Canaria que reconoce ¡20 años después! el interés general del tren de Gran Canaria y, por tanto, susceptible de financiación. Hasta ahora el Cabildo intentó acogerse a otras líneas de financiación por lo que, eufemísticamente definió la línea de ferrocarril de Gran Canaria como de 'Alta velocidad'. Ahora le llaman de 'Velocidad alta'.
Tal como se ha publicado recientemente, el Congreso de los Diputados ha aprobado una nueva Ley de Movilidad Sostenible que «ancla la financiación para los trenes de Gran Canaria». En la noticia publicada, «la directora general de Transportes del Gobierno de Canarias, María Fernández, destaca este logro de CC en la norma que también aborda la gratuidad de las guaguas».
El Gobierno de Canarias ha optado por participar activamente en la implantación de los ferrocarriles de Gran Canaria y Tenerife. Parece una posición acertada puesto que respeta la decsión del Cabildo recogida en el Plan Insular de Ordenación. El tren es más que un medio de transporte, es un elemento que estructura el territorio y la organización de la isla le corresponde al Cabildo. Pero, lo mismo ocurre con las carreteras, especialmente las de interés regional, por lo que la coordinación entre la infraestructura ferroviaria y la viaria es necesaria y debía haberse producido hace muchos años. El celo del Cabildo por preservar sus competencias ha retrasado esta coordinación hasta que no ha quedado más remedio.
El escenario que se plantea es esperanzador, la ejecución de obras de acondicionamiento de la GC-1 en el corto plazo, tanto en Telde como en Ingenio, producirá una notable mejora en las condiciones de circulación en los tramos más congestionados, mientras se completa a medio plazo la revolucionaria GC-5, que tendrá unos efectos tan potentes y dinamizadores como la propia Circunvalación de Las Palmas.
Las obras del ferrocarril vendrán a completar el modelo de movilidad insular planteado por Cabildo a través de su Plan Insular de Ordenación y de la Autoridad única del Transporte.
Tal como predijo Louis Armand en 1964 «el ferrocarril será el modo de transporte del siglo XXI si logra sobrevivir al siglo XX».
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