Un paseo por la ciudad fundacional y emergente
El 'Paseo Nocturno por la Vieja Ciudad' surge con las mismas Fiestas Fundacionales en 1978, cuyo espíritu y objeto era, y siguió siéndolo en los ... cuarenta y siete años siguientes, hasta la actualidad, conmemorar el nacimiento y evolución de la capital grancanaria a través de los siglos, en medio de muy diversos acontecimientos que cambiaron y adaptaron a los tiempos su realidad urbana, social, económica y cultural. Estas conmemoraciones deben tener, junto con actividades institucionales y eventos lúdicos y deportivos, un componente de acercamiento al conocimiento de la historia de la ciudad, del devenir de las gentes que a ella llegaron y conformaron su población en diferentes épocas, de las grandes transformaciones que, poco a poco, dieron como resultado la ciudad actual. El 24 de junio de 1478 sólo fue el nacimiento, un primerísimo momento, pero luego se dieron pasos sustanciales que son los que moldearon la identidad de esta ciudad, la imagen que hoy proyecta ante el mundo como encrucijada atlántica de primer orden.
Este año el 'Paseo Nocturno por la Vieja Ciudad', tras cuarenta y siete de adentrarse por los más diferentes asuntos y ámbitos de Las Palmas de Gran Canaria, referidos a tiempos y hechos diversos, ha vuelto a los orígenes, quizá como preparando la celebración del 550 aniversario dentro de tres años, o de grandes efemérides a conmemorar en 2026, como los 500 años de la creación de la Audiencia de Canaria, asentada en las Casas Consistoriales a partir de 1527, o los de la primera 'Licencia para que se pueda poblar el puerto de las Isletas', dada por el rey Carlos I y la reina Juana de Castilla el 19 de octubre de 1526, un verdadero precedente de lo que se haría a partir de las últimas décadas del siglo XIX, y que se puede considerar origen y precursor del actual gran Puerto de La Luz.
Este retorno a los ámbitos vegueteros de la urbe primigenia, requiere una mirada a cómo surgió la primera 'Villa del Real de las Tres Palmas', o simplemente de 'las Palmas', que también se la conoció, dado su carácter capitalino, como 'Ciudad de Canaria'.
Para ello el director del Museo Castillo de Mata e historiador Ignacio Aguiar González aporta una visión de como Juan Rejón y el Dean Juan Bermúdez, asesorados por dos expertos adalides, posiblemente aborígenes grancanarios cristianizados y residentes en Lanzarote, establecen el Real junto a un riachuelo de aguas limpias, conocido como 'Geniguada' o 'Guiniguada', en un frondoso bosque de palmas y otros árboles isleños, a partir del cual surge, en pocos años, la primera Villa del Real, con su plaza de Armas, su ermita dedicada a San Antón, algunas casas y unos primeros callejones. Es el comienzo de una ciudad que, 547 años después, se presenta como una populosa, cosmopolita y emprendedora capital atlántica, donde puede alzar banderas de tanto futuro como la de la economía azul.
Tampoco este retorno en el tiempo puede prescindir de un enclave como el 'solar norte de la Catedral de Canarias', cuyo origen el arqueólogo Marco Moreno, uno de los que han trabajado en las últimas excavaciones de este lugar y que interviene en esta parada del Paseo Nocturno, sitúa en 1481, cuando aún la conquista de Gran Canaria no ha concluido, y que es posible gracias a la aportación que realiza uno de los primeros habitantes de esta ciudad, Martín González de Navarra.
Un ámbito imprescindible en este evento de las Fiestas Fundacionales, pues como ha señalado Marco Moreno «este lugar es reflejo de los cambios de la ciudad», por todo lo que sobre el mismo se fue trazando con gran significación para la primitiva urbe, como la catedral vieja, luego Iglesia del Sagrario, el primer Hospital de San Martín, o el trazado del anterior callejón de San Marcial, que hoy se puede ver en estas excavaciones, y nos muestra cómo eran aquellas primeras callejuelas, con sus firmes de callaos de la playa cercana.
La tercera parada, en la Plaza del Pilar Nuevo, en la confluencia de varias calles, en un punto que cerraba el primer perímetro urbano, y que luego se abre a la expansión de Vegueta bordeando la Catedral, que se levantaba a partir del año 1500, y subiendo hacia los ámbitos del Convento de Santo Domingo, la intervención de la arqueóloga y profesora de la ULPGC María del Cristo González Marrero, en ineludible para resaltar una actividad agrícola y económica fundamental para el paisaje, la identidad y el progreso de aquella Villa del Real de Las Palmas, como fueron las plantaciones de caña de azúcar y los ingenios azucareros. Unas labores que también trajeron consigo unas consecuencias destacadas en el ámbito cultural y artístico grancanario del siglo XVI.
Un Paseo Nocturno que en esta ocasión, más de cinco siglos después, acerca a sus participantes a una ciudad emergente, a los lugares que la vieron nacer y crecer en su infancia, que vieron el discurrir de sus primeros moradores y visitantes, producto del trasiego atlántico que se produce tras aquel 12 de octubre de 1492, en el que Las Palmas de Gran Canaria también tuvo un protagonismo destacado y que tanto afectó su devenir, y que ahora, en su subsuelo, en sus iglesias también acoge y conserva los restos de sus primeros vecinos. Sin duda, una verdadera y honrosa conmemoración del pasado de la capital grancanaria.
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