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Retrato al óleo de Isabel la Católica que se encuentra en la Casa de Colón. C7
550 años de Isabel de Castilla y 'de Canaria'

Opinión

550 años de Isabel de Castilla y 'de Canaria'

No se puede poner en duda el protagonismo sustancial de Isabel (1451-1504) en la aparición de un estado distinto, acorde a los tiempos del 'humanismo' y el 'renacimiento', definido por lo 'católico' y el empeño 'evangelizador'

Juan José Laforet

Cronista oficial de Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 25 de agosto 2024, 22:36

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Los días del estío grancanario, junto al rumor de mar (que se intensifica según se aproximan los «días de El Pino» y sus mareas) o en la brisa calma de la cumbre, son un buen momento para rememorar, reflexionar o leer, sobre personajes que tanto marcaron la historia insular, y su devenir en unos años muy significativos, como es el caso de Isabel de Castilla y 'de Canaria', de la que ahora se evoca su proclamación como reina de Castilla hace 550 años, un 13 de diciembre de 1474 -cuatro años antes de la fundación del Real de Las Tres Palmas y del inicio de la conquista 'y evangelización' de Gran Canaria- en Segovia, ciudad que conmemora la efeméride con grandes eventos científicos, culturales y ceremoniales. Un día de Santa Lucía que fue muy trascedente, y ella lo sabía bien, pues al ser buena «conocedora de la importancia de los símbolos para reforzar la imagen de la monarquía, diseñó personalmente una completa escenografía para proclamarse reina propietaria de Castilla» (Queralt del Hierro, 2023). Una concepción y una utilización del protocolo, las escenografías oficiales, los rituales y formalidades que marcaría su reinado en momentos sustanciales (recuérdese la misma 'toma de Granada'), tanto en tierras peninsulares, como en Canarias (la llegada y proclama de Juan Rejón, o la idea de construir una iglesia catedral en 1483, tan pronto acabó el tiempo de la conquista, que será el primer gran monumento levantado por Castilla fuera de las fronteras peninsulares, al exponer al Papa en enero de 1484 como «queremos fundar y edificar una Iglesia Catedral») o en América desde el mismo día de la llegada de Colón a aquel 'Nuevo Mundo'.

Se puede hablar de 'rememorar' o de 'conmemorar', de celebrar una fecha importante, pero, en todo caso, lo que cuenta es ese recuerdo de algo o alguien que fue destacado y trascendente, y, desde la perspectiva de cinco siglos, ver que significó en realidad, cuál fue su trascendencia a lo largo de los tiempos y que queda hoy de todo aquello. No se puede poner en duda el protagonismo sustancial de Isabel (1451-1504) en la aparición de un estado distinto, acorde a los tiempos del 'humanismo' y el 'renacimiento', definido por lo 'católico' y el empeño 'evangelizador', como en el descubrimiento y trazado de nuevas rutas, de nuevos orbes geográficos, que darán un vuelco a la historia de la humanidad, y Canarias será, en buena medida testigo, protagonista y eje en todo ello. Y como se ha señalado reiteradamente, el ser artífice de acuerdos como el Tratado de Tordesillas (1494) -el mismo año en que se da el 'Fuero y Privilegio Real de la Gran Canaria'-, o su propio Testamento (1504), unos instrumentos muy valiosos, pues en ellos «reconoce en los habitantes de las islas y tierra firme recién descubiertas, la condición de súbditos, y muestra su preocupación por el trato dispensado a los habitantes de Canarias y América, que se reflejará en las Leyes de Burgos, dictadas por el rey Fernando de Aragón en 1512, el primer código de leyes escrito por europeos para el Nuevo Mundo».

Una reina que fue de especial relevancia en la historia de Gran Canaria, en particular si se tiene en cuenta, según señala el eminente historiador y académico Luis Suárez (2012) en su extensa y documentada obra sobre esta reina castellana, como «durante la guerra de Portugal, cuando todo el espacio atlántico se convirtió en fuente de conflictos, surgió en ellos los Reyes Católicos, la decisión de que debían llevar a término la efectiva ocupación del archipiélago canario», lo que hacen definitivamente a partir de 1478 con la conquista y poblamiento de Gran Canaria, desde la cual organizaran el resto de su acción en las islas y su gobierno. Es el primer momento de la acción exterior atlántica de la corona de Castilla, el de establecer las bases de lo que será el encuentro con el Nuevo Mundo, el ensayo de estrategias, de novedosas negociaciones con pueblos y civilizaciones muy diferentes a las cortes europeas, de convivencia con culturas y formas de vida que tendrán una incidencia de relevante calado. Un tiempo y un orbe donde fue muy significativa la trascendencia del archipiélago para la corona de Castilla, unas islas que aparecían como base logística, en los puertos grancanario y gomero, para la aventura colombina.

Algo que recogen en sus obras autores tan señalados como el mencionado Luis Suárez, o el catedrático e historiador grancanario Manuel Lobo Cabrera que, en su oportuna y clarificadora obra 'La Conquista de Gran Canaria (1478-1483)'(2014), también destaca como los Reyes Católicos, tras diversas vicisitudes, «pueden plantearse acciones de expansión entre las cuales se encuentra la conquista de las Islas Canarias que aún quedan insumisas», comenzando por esta de Gran Canaria, a la que en diciembre de 1494 otorgan un trascendente Fuero y Privilegio Real con muy numerosas disposiciones que establecen definitivamente la importancia y el papel que esta isla tendría ya entonces en el conjunto de la vida del archipiélago; también se destaca en dicho fuero como, por Isabel y Fernando, «ordenamos e mandamos que haya casa de consejo é cárcel é casa diputada é parte en que estén los escrivanos públicos de continuo é auditorio para las audiencias de los alcaldes, é todo esto esté en la plaza é lugar convenible», lo que representa la génesis de ese espacio institucional e histórico que hoy encontramos en el entorno de la Plaza de Santa Ana. 550 Aniversario de la proclamación de una reina que en Gran Canaria se recuerda en la Casa de Colón con un atractivo retrato al óleo, de carácter historicista, titulado 'Guirnalda con rostro de Isabel la Católica', de mediados del siglo XVII y realizado en «el entorno de la escuela pictórica madrileña». Una imagen de Isabel I que se encuadra en una espléndida guirnalda oval, de lirios, claveles, margaritas, hortensias y dalias. Un modelo popularizado en grabados de la época, y que recuerda palpablemente otra de la misma época, aproximadamente, que se expone en el Ayuntamiento de Segovia hasta el 15 de diciembre, y que es, según señalan los organizadores de aquella muestra, «uno de los pocos retratos que se conservan de Isabel la Católica», una obra de la que poco se sabe, «salvo que su autor es anónimo y tiene una fuerte influencia flamenca», lo que revaloriza aún más, si cabe, el retrato conservado en el museo colombino grancanario.

Se relea de una u otra forma, de una u otra perspectiva, la historia de esta reina de Castilla y la de Gran Canaria, es indudable que la figura, el quehacer y el pensamiento de Isabel marcó el devenir de este Archipiélago. Por ello, en este 550 Aniversario, que el Ayuntamiento segoviano propone conmemorar adecuadamente, es ineludible una presencia, perspectiva y reflexión desde estas islas, que tan presentes estuvieron en el pensamiento y el quehacer de aquella reina castellana que también fue proclamada, o intitulada, 'reina de las Islas de Canaria'.

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