Lo que va a suceder hoy en Canarias es el inicio de un movimiento aparentemente sólido, de gran apoyo social y especialmente joven. Tratar de ... catalogarlo dentro de un partido o una ideología me parece un error de calado, especialmente porque las convocatorias contra el actual modelo turístico de Canarias han sabido penetrar un mensaje que, a través de las redes sociales, tiene un gran efecto mediático. Esto ya no va de cuatro ecologistas cabreados, desde luego. Hoy veremos a miles de personas pedir multitud de cosas, pero con la indignación suficiente como para formar un bloque multitudinario, que sí puede dar como resultado movimientos políticos de cierto calado.
Me recuerda, en las formas y el fondo, a aquellos indignados que acamparon en Madrid para luego convertir el 15M en un símbolo y en Podemos como su institucionalización clara, con un éxito considerable. Ese fue también un movimiento joven, creado y movilizado en redes sociales, y de las pantallas a la calle. Y ahí, y eso bien lo saben los desconcertado políticos nuestros, el poder se triplica. Por eso estamos escuchando tantas contradicciones últimamente de unos y otros dirigentes, a ver cómo puede sumarse a una ola que parece será la más fuerte de las últimas décadas.
Ignorarlo, desprestigiarlo o simplemente tratar de ridiculizarlo, lo único que conseguiría es calentar más al personal, ya harto por muchos motivos. Es evidente que el turismo no es el causante de todos los problemas, de hecho no lo es de ninguno. Pero sí las medidas públicas que llevan años y años empobreciendo a una población que parece decir basta.
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