La hora de los valientes

En su discurso en el acto institucional del Día de Canarias, el presidente Torres hizo una apelación a la valentía para afrontar la transformación del archipiélago. Un cambio que, según subrayó, es todavía más necesario y, si cabe, urgente a la vista del impacto que ha tenido y sigue teniendo la crisis sanitaria, con un dimensión económica y social.

La tesis de Torres podría resumirse en lo siguiente: saldremos de esta, pero no debemos salir para volver a lo mismo de antes. Porque conviene recordar cómo estábamos antes de la irrupción de la covid-19: presumíamos de 19 millones de turistas al año, pero soportábamos una tasa de paro muy por encima de la media. Y la brecha social que se agrandó tras la crisis financiera y productiva de 2008 se fue consolidando, con el riesgo ahora de que se convierta en un abismo insondable si no fuera por medidas de contención como los ERTE o el refuerzo de las políticas sociales. Así las cosas, Torres reclama valentía para meterle mano a cambios de tipo estructural, sin sacrificar el turismo, pero asumiendo que este también debe ser sostenible. Ysostenible ambientalmente pero también desde el punto de vista económico, lo que nos lleva a lo anterior, de manera que quizás lo importante no es solo ir de récord en récord anual de llegada de visitantes, sino abandonar la condición de tasa récord de desempleo.

En su discurso, Torres también mencionó la inmigración irregular. Se lo habríamos echado en cara si no lo hubiera hecho pero es justo reconocer que fue valiente también para señalar a la Comisión Europea y al Gobierno central, que deben estar a la altura de lo que, por encima de otras consideraciones, es un drama humano. Un drama que, además, toca en la puerta de un territorio fragmentado, alejado del continente europeo del que es frontera, pero también un territorio que sabe mejor que otros espacios de la Unión Europea lo que supone hacer las maletas y subirse a una embarcación en busca de lo más básico:sobrevivir y ganar unos cuartos para sostener a la familia.

Por último, un apunte sobre actos como el de anoche: creo que también hace falta valentía para replantearlos. Es una garantía teatral que se cuente con una dama del teatro como Mari Carmen Sánchez pero, tras casi 40 años de historia autonómica, creo que ya sobra estar recordándonos de dónde venimos, quiénes somos y adónde vamos. Loable eso de hacer una alegoría sobre el confinamiento pero lo tenemos tan fresco que seguramente sobraba. Lo dicho: valentía también en cómo plantear el acto.