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Sin «griterío»

DEL DIRECTOR ·

La ministra de Hacienda no dio su brazo a torcer con facilidad

Francisco Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 27 de diciembre 2022, 23:16

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El Gobierno de Ángel Víctor Torres le da especial importancia a eso de que consigue cosas beneficiosas para Canarias sin necesidad de «griteríos» sin levantarse de la mesa y sin victimismo. Con ello trata de marcar una frontera bien definida respecto a la estrategia desplegada por Coalición Canaria en el anterior mandato, si bien es cierto que ahora CC parece que se ha apuntado lo mismo y va susurrándole al oído de quienes mandan en Moncloa y Ferraz que ellos pueden ser socios fiables en Canarias y en Madrid, que no son tan ultramontanos como a veces han parecido y que la sintonía con el PP es una pantomima. Sobre esto, seguro que lo mismo le dicen a Núñez Feijóo y los suyos, pero así ha sido desde el principio de los tiempos en el arte del regate político.

Lo cierto es que ayer se zanjó definitivamente el asunto de la deuda contraída por el Estado cuando el Gobierno del Partido Popular, con Mariano Rajoy al frente, sacó las tijeras de podar y recortó lo pactado en materia de carreteras. Aquello se justificó con la austeridad obligada por la delicadísima situación de España, que bordeaba el rescate financiero, pero lo cierto es que los tribunales acabaron dando la razón a Canarias. Es de justicia mencionar que fue el Gobierno de Paulino Rivero quien recurrió y que lo hizo sustentado por los servicios jurídicos, la batalla dada por el entonces presidente y su equipo. La resolución judicial fue demoledora pero entonces había que dar forma al arreglo, con el añadido de que por el camino aparecieron algunas sorpresas que ni Clavijo ni su equipo habían contado y que lo complicaron mucho más.

Si alguien piensa que la ministra de Hacienda dio su brazo a torcer a las primeras de cambio, se equivoca de principio a fin. Quizás no hubo «griterío» en las diferentes reuniones con ella para abordar el expediente, pero sí que hubo retrasos importantes porque el Gobierno canario no aceptaba las pretensiones de Montero.

Lo cierto es que desaparece de la agenda Canarias-Madrid una de las asignaturas pendientes. Ahora queda que haya garantía de eficacia en la gestión del dinero, celeridad y acierto en la fijación de las prioridades. Solo en materia de infraestructuras viarias hay proyectos pendientes de resolver que arrastran décadas y ya no quedan excusas. Sobre todo porque en pandemia puede que el tráfico bajase por aquello de las restricciones, pero ya vemos ahora lo que pasa con la recuperación de la normalidad de antaño: los atascos de siempre.

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