

Secciones
Servicios
Destacamos
Una democracia, per se, implica diversidad de opiniones y que, además, puedan defenderse en foros públicos. Otra cosa bien distinta es que, desde mi punto ... de vista, sean respetables, por muy legítimas que sean. Y para mí no lo son todas aquellas que legitiman la violencia desmedida que está ejerciendo Israel contra la población civil de Gaza, como estos días, y pese a la dimensión del desastre, sigo viendo en redes sociales. Y menos lo entiendo aún por parte de representantes públicos, a quienes, más allá de posiciones ideológicas, se les exige una defensa a ultranza de los derechos humanos.
No es admisible justificar semejante atropello, que ya ha quitado la vida a más de 32.000 palestinos, por el derecho a la autodefensa de Israel tras el atentado del 7 de octubre perpetrado por Hamás, que dejó a su vez casi 1.200 muertos y 240 rehenes. Aquella atroz salvajada, una masacre intolerable cometida por puras bestias, no puede dar pábulo a lo que ya para muchos va cobrando forma de genocidio.
Cada vez son más los países que se sacuden esa inercia maniqueísta que pretende situarte en uno u otro bando del conflicto y ya se pronuncian abiertamente contra los ataques indiscriminados israelíes. Hasta EE UU, su tradicional aliado, empieza a desmarcarse tímidamente y la ONU, a través de la Corte Internacional de Justicia, ha elevado el tono de sus exigencias al gobierno de Netanyahu.
Por eso, en este contexto, no asimilo que haya gente que, como es normal y humano, se llevara las manos a la cabeza contra lo que hizo Hamás y que, sin embargo, mire para otro lado con lo de Gaza. Bueno, salvo que piensen que la vida de un palestino valga menos, que, visto lo visto, es el problema de fondo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.