Leamos más, por si acaso
Fue producto de una escucha furtiva, posiblemente sacada de contexto, pero estos días la casualidad me hizo testigo de una conversación que me sorprendió. Una ... adolescente le confesaba a una conocida que le habían mandado leer una novela y que, no sé tampoco las razones, si por falta de tiempo, por comodidad o por qué, había atajado el encargo recurriendo a un resumen de YouTube.
Si uno no pensase mal, podría interpretar que la joven solo ha demostrado que es una mujer de recursos y que ha sabido hacer uso de las ventajas que hoy nos procuran las tecnologías de la información para salvar una coyuntura más o menos comprometida. Pero ¿qué pasa si no es así? ¿Será este un modo de proceder habitual? Y, de serlo, ¿podrán los estudiantes repetir este modus operandi para hacer un comentario de texto o resolver un problema de matemáticas?
¿Habrá sabido el sistema y el modelo educativo reinventarse para afrontar un desafío semejante? ¿Qué consecuencias tendrá que los jóvenes deleguen su desarrollo intelectual en la inteligencia impostada de una máquina? ¿Tendrá esto que ver con que los periodistas celebremos como un gran éxito que los tiempos de lectura en web de una noticia superen los 30 segundos? ¿O con que ahora los titulares de muchas informaciones más bien parezcan un señuelo publicitario que un intento de resumir en pocas palabras lo más destacado y novedoso de una noticia?
Y me pregunto, hilando e hilando consecuencias, si todo no estará vinculado con esta tendencia tan creciente de simplificar la realidad que nos rodea desde un enfoque binario, o blanco o negro, o conmigo o contra mí. Por lo pronto, leamos más, por si acaso.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión