Tres apuntes para cerrar la semana
La cartelería del PSOE y del PP se centra en los líderes nacionales
Excusas para el voto. Cuentan que algunos ayuntamientos se están viendo en la tesitura de repetir plenos municipales para elegir a nuevos integrantes en las ... mesas electorales, ante el aluvión de excusas presentadas por los elegidos en primera instancia. Entre las ganas de vacaciones y el argumento de que un 23 de julio hará tanto calor que mejor no salir de casa, cabe preguntarse si es que vivimos en un país en el que da pereza participar en el proceso democrático por excelencia: el ejercicio de votar en libertad. Esta semana, por ejemplo, había miles de personas como sardinas en lata en Pamplona para el Chupinazo que daba inicio a las fiestas y también hacía calor. Sin embargo, a nadie se le ocurrió cancelar la celebración. Por no hablar de las decenas de miles que este viernes y sábado acuden al Estadio de Gran Canaria para el Granca Live Fest, en dos veladas en las que también hay calor y más con tanto factor humano suelto. Al ritmo que vamos, acabará triunfando el que proponga colocar urnas en los chiringuitos playeros para el 23 de julio.
La gira mediática. Pedro Sánchez abrió campaña en Madrid para después aislarse y preparar el debate televisivo. Y todo apunta que la campaña del presidente y candidato a la reelección se caracterizará por menos mítines y mayor presencia mediática. Es curioso porque se trata justo de lo contrario de lo que ha hecho en su estancia en Moncloa: Sánchez fue parco en entrevistas y cuando las dio, repitió los medios y los periodistas. Ahora, de repente, él o su equipo de asesores han llegado a la conclusión de que deben acudir a cualquier lado que haga de altavoz y no tanto al formato tradicional de los mítines. Se agradece ese descubrimiento (tardío y sobrevenido, eso sí) de que los medios de comunicación son útiles, aunque lo son para amplificar mensajes y también para fiscalizar a quienes gobiernan. Lo digo porque esto último parece que le incomoda bastante al presidente.
¿Un modelo presidencialista? Hablando de campaña, la cartelería de socialistas y populares define perfectamente la estrategia: solo se ve a Sánchez y a Feijóo. Como si los candidatos provinciales al Congreso e insulares al Senado fuesen un adorno. No vivimos en un modelo presidencialista y ese mensaje subliminal de que no importa el candidato que sale en la papeleta, sino el jefe de filas nacional, da un argumento a los partidos del espectro nacionalista o de corte regionalista, insular o local.
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