Del director
Tres apuntes para abrir la semanaLos médicos están preocupados con el impacto de los bulos sanitarios
La tarta de la financiación. El presidente de la Generalitat catalana y la de la Comunidad de Madrid se han enzarzado en una discusión ... repartida entre las entrevistas periodísticas y las redes sociales que tiene como telón de fondo el llamado cupo catalán que, salvo revés en el Congreso, disfrutará esa autonomía por obra y gracias del acuerdo entre los socialistas de ERC. Salvador Illa ha hecho suyo el mantra de que Cataluña está mal financiada, mientras que Isabel Díaz Ayuso señala que el vaso de la paciencia de los madrileños se ha llenado, de manera que no van a consentir que el dinero que genera esa región vaya para el nacionalismo catalán. Más allá del episodio concreto del cupo, lo que aflora es la necesidad de revisar y actualizar el sistema de financiación autonómica. Ha llovido mucho desde su última modificación y ni el PP ni el PSOE han tenido la valentía de abrir ese melón político. Sobre todo porque ni en sus filas hay unidad de criterio. Es más, hasta los populares reconocen que hay que mejorar la situación de Cataluña pero lo dicen con la boca chica. En lugar de acometer esa revisión de cabo a rabo, Pedro Sánchez ha optado por una negociación bilateral con Cataluña y ahora pretende esquivar a polémica prometiendo lo mismo al resto de gobiernos regionales. Pero lo cierto es que la tarta es la misma y los comensales, también, de manera que resulta materialmente imposible dar más a uno sin que los otros se vean perjudicados.
Dudas en el equipo amarillo. Los partidos de pretemporada están para corregir cosas y ver carencias y fortalezas. El derbi del pasado sábado entre el CD Tenerife y la Unión Deportiva Las Palmas dejó la sensación clara de que hay mucho que mejorar en el equipo amarillo. También hay 'brotes verdes' pero el margen para que se consoliden es escaso, pues se aproxima el inicio de la temporada. La falta de gol continúa siendo una asignatura a superar. Y cuanto antes, mejor.
Salud y bulos. Los médicos están preocupados con el impacto de los bulos sanitarios. Mientras, no hay manera de que los países se pongan de acuerdo para establecer protocolos que pongan coto al trasiego de desinformación interesada en las autopistas de la comunicación. La responsabilidad está no solo en quienes lanzan esas mentiras interesadas, sino también en unas plataformas de comunicación que hacen negocio precisamente con ese ingente caudal de bulos. Ya es hora de que tanta irresponsabilidad sea penada.
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