Tres apuntes para abrir la semana
En el Parlamento se espera esta semana a Gustavo Matos
Trump y los aranceles. El pasado viernes las bolsas europeas volvieron a llevarse un sobresalto. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó un mensaje ... en redes sociales amenazando a la Unión Europea con la aplicación de un arancel del 50% porque, según su versión, los países comunitarios no se pliegan a sus exigencias comerciales. Estamos ante una forma de hacer política que parece consolidarse: la extorsión publicitada en el mundo digital. Todo ello con el añadido de que los cambios de rumbo son continuos, como si obedecieran a un patrón conectado con los estados de ánimo del inquilino de la Casa Blanca. Con esos parámetros es imposible fijar una relación sólida entre un país y un bloque de naciones que hasta enero de este año eran socios leales. Ojalá Bruselas y los integrantes de ese gran club que es la UE aplicasen la misma estrategia que China: resistir ante la bravuconada sin caer en la provocación. Pero ya se sabe que China tiene, a día de hoy, espaldas más anchas que Europa.
La soledad, o no, de Gustavo Matos. Esta semana toca sesión plenaria del Parlamento de Canarias y allí se espera al diputado socialista Gustavo Matos, vicepresidente segundo de la Cámara. Tras su tormentosa semana a cuenta de la reunión con el empresario libanés Mohamed Derbah, está por ver si será arropado por los suyos, pues la imagen de soledad en la rueda de prensa en el Parlamento fue bastante elocuente. A Matos hay que agradecerle que no se ocultase y que diese la cara desde el minuto uno. A ver si desde el Partido Socialista hacen lo mismo y van más allá de deslizar extraoficialmente que creen su versión, aunque en paralelo se le abrió un expediente informativo.
El adiós de un grande del balón. El pasado sábado el Bernabéu se puso en pie para la despedida de Luka Modric con el club blanco. El croata deja la entidad tras presentar una hoja de servicio difícilmente igualable y después de conseguir algo que muy pocos futbolistas logran: el aplauso de la grada en campo contrario cuando acudía a ellos como visitante. En estos tiempos en que se pierde un poco el interés por el jugador de equipo y se busca la individualidad capaz de resolver un partido, Luka Modric demostró que un buen jugador puede hacer mejor a los suyos. Elegante cuando le dejaban los contrarios y batallador cuando hacía falta, los amantes del fútbol lo vamos a echar de menos en la Liga española, que tampoco anda sobrada de ese tipo de talentos.
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