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En el Festival de Cine de Berlín y en la reciente gala de los premios anuales de la Academia de Cine Europeo, una de las grandes triunfadoras fue la película documental 'No other land', que ya se puede ver en Movistar +. La cinta suena ... como una de las que puede batallar incluso por un Oscar de Hollywood, cosa que ojalá ocurra solo por ver cómo se mueven en sus sillas muchos de sus académicos ante un retrato que les va a resultar incómodo.
'No other land' documenta con aparente sencillez lo que lleva ocurriendo en Cisjordania desde hace años. Muchos años. Tantos que el protagonista aparece siendo un niño y ya es un adulto que se encuentra con una situación que no solo no mejora, sino que se va agravando: la decisión del Gobierno de Israel de sacar de la zona a familias palestinas que llevan allí viviendo, como relatan algunos, desde hace más de un siglo. La excusa es que los terrenos han sido designados como zona de tiro para ejercicios militares, pero lo cierto es que a poca distancia hay colonos de Israel que debe ser que son inmunes a la balas de su país, porque de otra forma no se entiende...
Junto a la historia del joven palestino está la de otro de su misma quinta que es israelí y que está empeñado en que sus ciudadanos y el mundo entero sepan lo que allí sucede. El segundo lo hace escribiendo artículos que casi nadie lee, mientras que el primero lo graba todo en vídeo. Esas secuencias, casi todas cámara en mano, constituyen el eje central del documental.
Estamos, sobra decirlo, ante un relato de parte, pero de una parte clave en todo conflicto: la verdad. Lo que se cuenta sucedió y las imágenes no están trucadas. Hay una selección de las mismas y hay una labor de montaje, y son precisamente esos dos elementos los que hacen de 'No Other Land' una película muy recomendable. La militancia de quien filma no quita un miligramo de valor cinematográfico y eso es de agradecer, de manera que 'No other land' se aleja de un panfleto para convertirse en una pieza de buen cine. Es más, llega un momento en que el joven palestino reflexiona sobre si vale la pena seguir adelante con su cruzada, en especial porque tiene cosas tan terrenales que atender como mantener vivo el negocio de su padre, detenido por las tropas de Israel.
Para quien se ponga ante la pantalla, dos sugerencias: tenga presente que casi todo el metraje se filmó antes del ataque de Hamás y no se pierda los cinco minutos finales.
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