¿Y Naciones Unidas?
Ni lo de Israel ni lo de Irán tiene disculpa
La semana pasada desfilaron por Nueva York jefes de Estado y primeros ministros de los cinco continentes. Había Asamblea General de Naciones Unidas y el ... ritual es que aparezcan por allí los líderes de los países, suelten un discursito, mantengan reuniones bilaterales y dejen constancia de su compromiso con los valores de la carta fundacional de la ONU. Imagino que las diferentes delegaciones aprovecharon para hacer compras en las boutiques más exclusivas de Nueva York y para alojarse en uno de esos hoteles en los que das los buenos días y ya está sonando el cargo en la tarjeta de crédito.
Visto lo que ha sucedido pocos días después, queda claro -por enésima vez- que la ONU es un fracaso absoluto. Dos contiendas en los dos últimos años lo han demostrado: ni en el conflicto entre Rusia y Ucrania ni en el abierto entre Israel y Palestina ese foro internacional que es Naciones Unidas ha conseguido avance alguno hacia la paz. Todo han sido palabras vacías y vetos cruzados en el Consejo de Seguridad.
Si ya era sangrante la inacción de la ONU ante la ofensiva de Israel en Gaza, vergonzante es su incapacidad ante el ataque al Líbano. En este caso hablamos de un Estado cien por cien fallido, un país sometido a intereses cruzados y donde lo milagroso es que siga habiendo una población que sobreviva. Más doloroso es todo si tenemos presente que hubo un tiempo no tan lejano en que el Líbano era la Suiza de la región, esto es, el país donde lo fácil era hacerse rico y a donde acudían inversores de medio mundo para amasar millones.
Con su nueva ofensiva, Israel añade destrucción a lo que ya era casi un erial. Se entiende su deseo de perseguir e incluso acabar con los terroristas, pero esto es como si, después de cada atentado de ETA en los peores años de aquellos crímenes terroristas, el Ejército español bombardease pueblos y ciudades del País Vasco dando por bueno que hubiera muertos inocentes si a cambio caía uno de los asesinos.
En cuanto a Irán, tampoco tiene disculpa lo suyo. Hablamos de una teocracia y eso conlleva excluir la razón y dar paso a argumentos religiosos que maquillan a su vez el deseo de controlar la región. Porque de eso va este conflicto: casi lo de menos es el credo de unos y de otros, porque lo que realmente les mueve es dominar a base de exterminar al que consideran su enemigo.
Y todo ello con la ONU como un testigo sordo y mudo que hace la estatua...
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