Del director
Uno de los grandesEl tándem formado por Scorsese y De Niro ya es parte de la historia del cine
En la presente edición del Festival de Cannes se ha rendido homenaje al actor Robert de Niro, uno de los grandes de la interpretación de ... los últimos 40 años. Más allá de los premios recibidos -prácticamente todos los importantes en la industria del cine-, De Niro es el estandarte de una generación de actores que tomó el relevo a aquellos que en la segunda mitad del siglo XX consiguieron brillar mucho más que las películas en las que aparecían. Estamos hablando de intérpretes que, fueran o no del 'método', sobresalieron por su capacidad para que el público pagase la entrada en el cine por verlos y no tanto por la película que ocupaba el cartel de la fachada.
El auge de Robert de Niro estuvo unido también a un ramillete de directores que dio un toque de modernidad a la industria del cine en Estados Unidos. Tras el declive de las grandes productoras y la irrupción de la televisión, que cambió el consumo audiovisual y también la forma de hacer películas, Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, Brian de Palma, Peter Bogdanovich, Michael Cimino y unos pocos más siguieron la senda de renovadores como Lumet y Penn. Hicieron un cine que parecía más europeo que 'yanqui', que retrataba historias de gente 'normal', que salía a la calle y se alejaba del decorado de los estudios y que no es que huyera del final feliz, sino que muchas veces prefería el desenlace abierto, de manera que se exigía al espectador que también trabajase mentalmente tras aparecer los rótulos de 'The End' en la pantalla.
El tándem formado por Scorsese y De Niro ha entrado por derecho propio en la historia del cine. No siempre las películas que hicieron juntos fueron brillantes ni tampoco un éxito -ahí están para demostrarlo 'New York, New York' y 'El rey de la noche'-, pero su comunión recuerda la de John Ford y John Wayne, de manera que 'Taxi Driver' y 'Toro salvaje' ya no sabemos si son tan buenas porque por allí estaba dirigiendo Scorsese o porque el papel protagonista recaía en su actor fetiche. A esos dos títulos hay que añadir, por supuesto, otro de Coppola: 'El padrino 2', que fue la prueba -una de las pocas en el cine- de que una segunda parte puede ser tan buena -y en algunos tramos incluso mejor- que la primera.
Como en cualquier botica, De Niro también ha hecho trabajos prescindibles, esos que no llegan a la suela del zapato de su talento, aunque ayudan a comer. Tampoco se entiende su empeño en seguir activo, pero eso no quita para volver, una y otra vez, a revisitar sus mejores títulos, con el añadido de que pocos pueden presumir de tener media docena de obras maestras con su nombre al frente del reparto.
¿Ya estás registrado/a? Inicia sesión