Con la gorra roja
Ahora nos encontramos con que Estados Unidos y su comandante en jefe son el auténtico peligro
Incluso cuando alguien se salta el derecho internacional e impone a las bravas su criterio, hay margen para cierto decoro estético. Es lo primero que ... me vino a la cabeza viendo las imágenes que ha publicado la Casa Blanca de cómo fue el momento en que Donald Trump y su equipo se reunieron en la sala hipersecreta desde la que se siguen las grandes operaciones militares.
Allí, presidiendo el encuentro, vemos a Trump ataviado con esa gorra roja en la que apela a hacer grande de nuevo Estados Unidos. El resto ponen cara seria, conscientes del momento, pero a él se le ve presumiendo de poderío. Hay vasos de plástico en la mesa, supongo que por si alguien se pone histérico y se los tira a la cara a alguno de los presentes. En las imágenes no se ve comida pero siendo Trump el anfitrión, doy por hecho que había una dosis generosa de hamburguesas y papas fritas, un menú que alguien con criterio decidió apartar porque quedaba mal en las fotos para la posteridad.
Esa estampa con la gorra de 'Make America Great Again' refleja mejor que ninguna otra lo que se le pasa por la cabeza al presidente de Estados Unidos. Y lo que nos queda soportar al resto del mundo. Estamos hablando de un político que dijo que iba a resolver en un abrir y cerrar de ojos la guerra en Ucrania y el conflicto de Gaza, cuando lo cierto es que se cumplen seis meses de su toma de posesión y ahora tenemos a la primera potencia del mundo bombardeando a otro país sin aviso previo y colocándonos al resto al borde del colapso por miedo a una escalada bélica sin precedentes. Así las cosas, ahora Trump ha considerado que para que nadie dude de su capacidad de ordenar y mandar en los cinco continentes, nada mejor que desafiar a Irán, dejar a Naciones Unidas a los pies de los caballos, echar un pulso a Putin, incendiar los ánimos del mundo islámico, reírle la gracia a Israel y confirmar que la Unión Europea no pinta absolutamente nada en el concierto europeo. Hay que reconocer, en todo caso, que estamos ante un puñetazo en la mesa para que el resto se dé cuenta de quién manda, quien impone su criterio y quién considera que el resto solo están para acatar sus órdenes.
Ahora ya lo de elevar al 5% del PIB el gasto en defensa hasta me parece poco. Porque esa es otra: si antes no teníamos claro quién nos amenazaba, ahora nos encontramos con que Estados Unidos y su comandante en jefe son el auténtico peligro para el mundo entero. Trump estará haciendo grande EE UU a su manera, pero al resto nos están haciendo pequeñitos.
¿Ya estás registrado/a? Inicia sesión