Del director

Con florete y con sable

Con todo eso en la coctelera, ardo en deseos por ver cómo será el cara a cara entre Clavijo y Sebastián Franquis. Y es que no es cómoda la papeleta del PSOE en esta ocasión. ¿Los motivos? Para empezar, porque enfrente tiene a un presidente de Canarias que es líder de un partido que dio su voto favorable a la investidura de Pedro Sánchez y que también ha comprometido su apoyo a los presupuestos, aunque desmarcándose de la amnistía.

Para continuar, porque Franquis puede encontrarse con el incómodo recordatorio de lo que pasó en ese estallido de la pandemia en las islas. Como veterano político que es, conoció seguramente al propio Koldo García. Y como consejero que fue de Obras Públicas y Transportes, también tuvo como interlocutor a José Luis Ábalos. Pero es más: Franquis estaba sentado en aquel comité que nunca supimos bien qué hacía y cómo funcionaba cuando la covid-19 cambió nuestras vidas para siempre. ¿Queremos más? Pues tampoco está de más recordar que Franquis, como otros, defendieron a capa y espada hasta el último minuto a Conrado Domínguez, sosteniendo que debía seguir como director del Servicio Canario de Salud.

¿Hará sangre con todo ello Clavijo? Mi apuesta es que será, en todo caso, como la sangre de los duelos con florete a la antigua usanza: a la primera gota, se daba por terminada la contienda. Y también apuesto que esa labor belicosa, pero ya sin florete y más bien con sable, la hará suya el Partido Popular, que lo tiene bastante fácil: no hay más que repasar en la hemeroteca lo que se dijo y lo que no se quiso revisar ni explicar en 2020, 2021 y 2022... Allí está la madre de lo que ahora aflora.