El fiasco migratorio
El caso del menor que no era hace el caldo gordo al discurso que pulula por la península
Entre todos la mataron y ella sola se murió... Me refiero a la credibilidad de Canarias a la hora de defender en la península el ... reparto de menores migrantes no acompañados entre el conjunto del Estado.
El episodio del menor que no lo era y cuya salida hacia la península se frustró ha derivado en un cruce de acusaciones entre los gobiernos central y canario sobre quién tiene la responsabilidad del fiasco. En lugar de sentarse unos y otros en una misma mesa para ver qué pasó y evitar que vuelva a ocurrir, se ve que la prioridad es meter el dedo en el ojo del contrario y, si es posible, sacar tajada política. A fin de cuentas, pensarán los estrategas de ambas administraciones, estamos embarcados en un clima preelectoral y si hay unos votos en el alero, pues vamos a ver si con esto se decantan de un lado y no del contrario.
Flaco favor le hacen a Canarias. Ese episodio ha hecho el caldo gordo del discurso contra la inmigración que pulula por la península y especialmente en la mayoría de los gobiernos regionales, esto es, aquellos que están en manos del Partido Popular y, sobre todo, en los que precisan de los votos de Vox para garantizar la gobernabilidad.
Y más aún: como el PP está a ver cómo frena desde el poder autonómico la escalada de Vox en los sondeos, pues le viene como anillo al dedo un fallo de tan grueso calibre en el cálculo de la edad de la persona que se iba a derivar, pues así puede defender que el reparto no es la solución y que todo se reduce a que la política migratoria del Estado es un desastre.
En esto de la inmigración y en especial en el capítulo relativo a la atención inicial a los menores no acompañados y el cálculo de la edad, también tienen algo que decir otros agentes. Esos que igualmente parece que no se han dado cuenta de lo mucho que se juega el archipiélago si su credibilidad cae en saco roto. Por un lado tenemos a los hombres y mujeres del mundo judicial y después están los profesionales sanitarios que deben hacer las pruebas para certificar si estamos ante un menor o no.
Los dos llevan tiempo clamando en el cielo porque están desbordados, no tienen capacidad para digerir con celeridad los expedientes... y seguro que es así, pero entonces que sus representantes se encadenen en las puertas de los gobiernos competentes. Mientras no lo hagan, que abran los ojos y asuman que si seguimos así, en la península habrá ganado la tesis de que lo mejor con los migrantes que llegan aquí es dejarlos igualmente aquí. Sobre todo ahora que quieren imponer la tesis de la proximidad cultural...
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