Casos y preguntas
La presunción de inocencia va por delante
Siempre aparece alguien que tiene la amabilidad de preguntar, eso si, con buen tono: «Pero ¿qué necesidad hay de seguir removiendo cosas de los casos ... Mascarilla y Mediador?». Y no siempre es fácil responder, no porque no haya contestación, que la hay, sino porque lo sorprendente es que personas a las que se les intuye la formación y el interés por saber en qué mundo se mueven, lleguen a hacer tal planteamiento.
Como en todos los procedimientos judiciales en curso, la presunción de inocencia debe ir por delante. Los citados casos se encuentran en fase de instrucción, con el añadido de que uno de ellos (Mascarillas) está ahora en manos de la Fiscalía Europea. El matiz es importante porque se trata de un organismo con la particularidad de que asume la instrucción, todo ello bajo la tutela de la propia Audiencia Nacional.
A la espera de ver cómo concluyen esas pesquisas, no debemos perder la perspectiva de lo que sí sabemos qué sucedió y que todavía nadie acierta a explicar desde el ámbito de la gestión pública: en el caso Mascarillas, una empresa de compraventa de coches recogido deprisa y corriendo cuatro millones de euros para adquirir un millón de mascarillas que nunca fueron entregadas. Y el dinero no fue devuelto.
En cuanto al caso Mediador, lo indiscutible es que un hombre con un pasado más que cuestionable, y conocido por unos cuantos, accedía a despachos oficiales, manejaba expedientes de subvenciones, acudía a visitas oficiales y comía, cenaba, desayunaba y otras cosas… con altos cargos.
Cuantas veces se ha preguntado cómo fue posible que no saltaran las alertas, mayor ha sido siempre el silencio. Un silencio que obliga a seguir preguntando y a seguir indagando, pero no para articular juicios paralelos, sino porque en democracia el ciudadano tiene derecho a saber. Es uno de los pilares del sistema y si intentamos que el atronador silencio asfixie ese derecho, mal vamos.
A lo anterior hay que añadir la existencia de vasos comunicantes. Por supuesto que puede ser casual que en ambos casos haya personas que coinciden, conversaciones cruzadas, etc. Pero entonces esa necesidad de preguntar se duplica, sobre todo cuando uno se tropieza con que un alto cargo sanitario está al tanto de la situación de un expediente de una empresa ganadera. ¿Alguien lo entiende contado así? Porque así fue, por lo que vamos sabiendo y lo que nadie ha conseguido desmentir… ni explicar.
¿Ya estás registrado/a? Inicia sesión