Spanair JK5022

Ella misma contó que, al comenzar en la pista el despegue, vio que el avión regresó al parking a causa de una avería, yendo a parar muy cerca de un arroyo que ahogó a dos viajeros.

Comenta González que «fue consciente de que nos habíamos estrellado y que se dio cuenta de que le costaba respirar tanto que, cuando uno de los equipos de rescate pudo alcanzar su cuerpo, expresó que debían pincharle cuanto antes».

Amigos, decirles también que en aquel accidente, del 25 de agosto de 2008, falleció, junto a las 152 personas, el amigo Claudio Ojeda, sacerdote miembro de los Padres Paúles, que dedicó los últimos diez años de su vida como misionero en Camerún.

Claudio Ojeda nació en Las Palmas el 9 de junio de 1946 y fue ordenado sacerdote el 1 de enero de 1978 en Las Palmas, ejerciendo luego su ministerio en Santa Marta de Tormes (Salamanca), en el colegio Los Milagros de Orense, en Cádiz, Ayamonte, Jerez (entre 1991 y 1992) y en Sevilla, donde fue superior desde 1992 a 1998, año en el que viajó a Camerún, donde vivió los últimos diez años de su vida.

Sí, fue entonces cuando, regresando Claudio a Madrid para someterse a un chequeo médico porque había contraído malaria vino a pasar unos días de vacaciones con su familia, a la que no veía hacía ya casi 3 años.

Amigo Claudio, te pedimos que nos eches una buena mano desde ese lugar del Cielo donde también nosotros esperamos estar un día.