El 'déjà vu' de los 73
Por si le interesa ·
Por suerte nací ya en plena transición, cuando la dictadura llegaba a su fin. Y el intento de golpe de Estado de 1981 me pilló demasiado niño como para tomar conciencia de lo que pasaba. Sin embargo, la remisión estos días al rey de España de una carta firmada o respaldada por 73 altos oficiales militares en la reserva me generó un inexplicable 'déjà vu'. Inexplicable porque en verdad yo no viví nunca nada parecido, nunca escuché eso que entonces llamaban ruido de sables.
Pero ha sido tan fuerte, y tan perjudicial, la intromisión del estamento militar en la organización civil y política de la España de los siglos XIX y XX que, de alguna u otra manera, esa presencia está impresa en el imaginario código genético colectivo de este país. Y no negaré que me genera desasosiego. No concibo poder militar alguno que no esté sujeto al civil y lo que buscan estos militares con esa carta es deslegitimar el sistema democrático.
El problema es que no sabemos hasta qué punto ha sido una posición de un grupo de militares retirados, menos sujetos a la disciplina castrense, o si, por el contrario, han sido el recurso instrumental empleado por fuerzas en activo para burlar la neutralidad política y la obediencia ciega que se les exige y poder lanzar así un aviso a navegantes. Sea como sea, este movimiento prueba que esta nuestra joven democracia sigue en construcción, que queda camino por recorrer.
Quizás haya que explicarles a estos militares que tanta legitimidad tienen los 50 diputados de Vox, con cuyos argumentos, por cierto, parecen estar en plena sintonía (basta leer la carta), como los de Esquerra o los de Podemos. En democracia el imperio es el de la ley, no del rey. Y mucho menos del Ejército.