A la carrera
Del director ·
La sexta edición de la carrera tenía un significado especial para los compañeros de esta casa
Había ganas de correr. Y había ganas de reencontrarse con las carreras. Como también con amigos, conocidos, familiares. E igualmente con los compañeros de trabajo pero en un contexto y una dinámica diferentes a la habitual. Todo eso se vio reflejado ayer en la sexta edición de la CANARIAS7 Carrera de las Empresas, desarrollada en un circuito por las calles de la capital grancanaria y que contó con pruebas de cinco kilómetros, diez kilómetros y carrera infantil.
A pesar de que el día se aventuraba calentito, y así fue, en los alrededores de la Fuente Luminosa se congregaron miles de personas. Si estaban inscritas unas 3.000 y por cada uno acude, como mínimo, otro en calidad de acompañante, pues los números hablan por sí solos del éxito de participación. Pero es que el asunto dio para más: a lo largo del recorrido se podía ver a compañeros de empresa animando a los suyos, con el añadido de un público al que desde esta casa hay que dar las gracias y que se sumó a la fiesta, ya fuera aplaudiendo -espectacular el tramo entre la Plaza de la Feria y Bravo Murillo en la prueba de cinco kilómetros- o sencillamente echándole paciencia ante los inevitables contratiempos de una prueba de estas características en una ciudad. En ese sentido, también hay que dejar constancia del trabajo de la Policía Local, poniendo orden en el tráfico y tratando de agilizarlo al máximo.
La sexta edición de la carrera tenía un significado especial para los compañeros de esta casa. Coincidió su celebración con el 40 aniversario de la aparición del primer ejemplar del periódico y escuchar el cumpleaños feliz cantado por los corredores era quizás el broche de oro -y de sentimiento- para una jornada especial. Como dice el lema de esa conmemoración del aniversario, ahora toca, día a día, seguir construyendo futuro, y eso será algo más tras la inyección de adrenalina emocional recibida ayer en las calles de la capital grancanaria y también a través de mensajes telefónicos.
Por lo demás, reencontrarse con una carrera con tantos participantes sirve para recuperar sensaciones que quizás se perdieron durante la pandemia. Como escuchar los mensajes de ánimo que se dan unos a otros cuando el compañero flaquea o esa extraña perspectiva que hace que los últimos 200 metros hasta la meta parezcan infinitos y los diez restantes hasta la línea final den alas al corredor no experimentado.
Resumiendo: un placer y gracias.
