Bofetada cavernícola

Vayamos con lo de Will Smith. El actor era consciente de que en casi todas las quinielas aparecía como el favorito para el premio, una de las estatuillas más valoradas y que coloca a quien la recibe en el olimpo del cine. La duda, de hecho, estribaba básicamente entre su interpretación como el padre de las tenistas Williams o el vaquero algo menos rudo de lo que aparenta que encarna Benedict Cumberbatch en 'El poder del perro'. Sabedor de esas circunstancias, Will Smith llegó a la ceremonia pagado de su ego y sin capacidad de aguantar una broma.

¿Era de recibo el chascarrillo de Chris Rock a cuenta de la alopecia de la esposa de Smith? Evidentemente, si era conocedor de que se trata de una enfermedad, pues la gracia del chiste es casi ninguna. Si no lo sabía, Smith podía haber esperado su momento de gloria para reprochárselo o incluso haber subido al escenario para pedir respeto. Cualquier cosa, desde luego, menos arrearle un bofetón para luego seguir insultándolo desde su asiento. ¿Podía empeorar la cosa? Pues sí. Para empezar, porque la Academia debió haber sacado en volandas a Smith de la sala, como habría hecho con cualquier espectador que se atreviera a romper el guion para cometer un acto violento en directo. También podría haberle impedido salir a recibir su premio, sobre todo cuando, en su perorata, Smith, en lugar de centrar sus disculpas en el agredido, se presentó como la víctima de una serie de circunstancias personales que seguramente le quitan el sueño... pero la historia de las cárceles está llena de gente que lo pasa mal y se toma la justicia por su mano.

Esa permisividad de Hollywood con lo ocurrido es una prueba más de cómo la industria ha perdido su brújula. Perdió la artística ante la irrupción de las nuevas plataformas y en la madrugada del lunes perdió la de su propio listón ético. Le quedaba si acaso el comodín del público, pero creo que también lo va perdiendo a pasos acelerados a base de premiar un cine más propio de telefilme de Antena 3 en una tarde de fin de semana (léase 'CODA').