Es casi rana

Lo más importante a la hora de emparejarse es que ambas partes sepan de qué va lo suyo. Y la modelo María José Suárez estaba en la inopia con respecto a su relación con el jinete Álvaro Muñoz Escassi. Así se deduce de las declaraciones que ofrece en exclusiva en 'Diez Minutos'. «Qué tío más malo! No quiero volver a verle ni en pintura».

Una pareja que parecía estable y que había superado hace unos meses una crisis, regresa de un crucero y, de repente, naufragio total. Sale a la luz una infidelidad de Escassi cuando estaba con María José. Ruptura fulminante. ¿Qué pasó?

Pues que además de la infidelidad, la modelo se enteró de otras 'perlas' de su novio. Pillado con el carrito del helado, Álvaro ofrece una entrevista en televisión digna de los anales del disparate, en la que vino a decir que su relación era abierta y que por lo tanto él podía hacer en cada momento lo que le pidiera el cuerpo (y se ve que el cuerpo solo le pedía una cosa).

Que quede claro que a mí me parece fenomenal que cada uno haga de su capa un sayo, siempre y cuando no engañe ni hiera a alguien. Y parece más que evidente que en este caso, María José Suárez, aparte de un mosqueo de los que hacen afición, está dolida y considera que el jinete la ha mentido con alevosía.

En honor a la verdad, Muñoz Escassi tiene a sus espaldas una lista de conquistas más larga que las Páginas Amarillas. Con ese bagaje en su haber, es evidente que María José pecó de ingenua si creía que iba a convertir a la rana en príncipe, vivir felices y comer perdices. Álvaro es casi rana, pero no del todo, porque hasta los batracios son menos crueles y mentirosos.