Alarma machista
A cara descubierta ·
Es evidente, en vista de los datos, que el sistema no está sabiendo dar respuesta a la situación con la celeridad que merece y el tiempo juega en contra de la vida de muchas mujeres
Nueve mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas desde que terminó el estado de alarma, el pasado 9 de mayo. Son más de la mitad de las asesinadas en todo 2021 (17). La escalada de asesinatos machistas que se ha producido en nuestro país en el último mes (hay que añadir a un niño de siete años y desde ayer, a las pequeñas Anna y Olivia asesinadas por su padre en Tenerife) y, desde que las mujeres han podido recuperar su libertad y volver a la vida previa al confinamiento que provocó la pandemia, pone en evidencia la profundidad de un problema que tiene su origen en la necesidad de los hombres machistas de controlar y tener dominada a sus parejas.
Cuando se decretó el confinamiento en 2020 se temió por la vida de muchas mujeres y se preveía un aumento de los asesinatos. Sin embargo, contra todo pronóstico, no fue así. Los maltratadores se sintieron cómodos en esa situación, teniendo a las mujeres donde querían, totalmente controladas y aisladas, sin ningún tipo de contacto con el exterior. Un situación ideal para ellos. En el confinamiento se produjeron a buen seguro un gran número de agresiones de todo tipo en la intimidad del hogar pero las letales se redujeron hasta el punto de que España marco en 2020 el número de asesinatos machistas más bajo desde 2003.
Ahora no es así. Han perdido el control sobre ellas y se impone la violencia. El Gobierno ha reconocido que estamos ante una situación de «alarma machista» y los expertos advierten de que la situación puede empeorar en los próximos meses, con la llegada del verano y las vacaciones, cuando suelen registrarse un repunte, con lo que urge tomar medidas contundentes para poner fin a estos asesinatos. Está claro que el sistema no está sabiendo responder a la urgencia de esta situación y que debe actuarse con celeridad, ya que el tiempo juega en contra para la vida de muchas mujeres. La pandemia no puede ser excusa para obviar o restar prioridad a uno de los problemas más acuciantes de nuestra sociedad. ¿O hay que seguir soportando que sigan asesinando a mujeres y niños que no tienen culpa de nada?
