2018, vete por donde mismo viniste
«Estoy deseando que se vaya ya de una vez por todas con el deseo firme de que 2019 traiga mejores noticias»
Yo no se a ustedes, pero a mí este año 2018 me deja un cierto regusto amargo, es más, si me apuro, hasta estoy deseando que se vaya ya de una vez por todas con el deseo firme de que 2019 traiga mejores noticias y sensaciones. Entró con fuerza y prometía mucho, pero este 18 se ha ido desinflando hasta el punto de acumular más problemas que beneficios, o al menos esa es mi sensación.
Recordando así por encima, fue el año de La Manada, esa panda de delincuentes repugnantes que asquearon a todo un país. Esos coleguitas que pensaban que podían comerse el mundo y campar a sus anchas en los Sanfermines de manera impune hasta que toparon con una víctima a la que destrozaron la vida, aunque ellos acabarán entre rejas. Este caso removió las conciencias de todos los españoles tras abrirse el debate de si se está poniendo toda la carne en el asador o no en la lucha contra la violencia de género y el apoyo al feminismo, o los poderes de nuestra sociedad siguen anclados en pensamientos prehistóricos.
Este ejercicio, en clave política, nos dejó numerosos sinsabores y una separación social derivada del conflicto catalán que ha atacado a la línea de flotación de la convivencia pacífica en nuestro país. Los separatistas no han conseguido que Cataluña sea independiente, pero sí han logrado que hayan dos bandos enfrentados entre sí, los que quieren y los que no, creando un clima irrespirable para muchos. Y todo por la pésima gestión de los que mandan, no ahora, sino desde hace varios lustros y que fue culminada con un Rajoy superado por los acontecimientos. Por cierto, que el gallego este año que nos abandona también tuvo que hacer la maleta para dejarle su casa de Moncloa a un presidente que no fue elegido por los españoles, pero que supo jugar sus cartas para hacerse con el poder a toda costa. La corrupción política o la crisis migratoria en Ceuta y los saltos de valla en Melilla también fueron tristes protagonistas de nuestra actualidad. Son solo algunos de los acontecimientos que ha deparado 2018 a nivel nacional, porque si ya le ponemos acento canario al asunto, tampoco es que la cosa esté para tirar muchos voladores, o si no que se lo pregunten, por ejemplo, a Clavijo y su grúa o a la Unión Depresiva de Miguel Ángel Ramírez. 2018, encantado de haberte conocido, pero vete por donde mismo viniste y, si te lo encuentras por el camino, dile a 2019 que nos ayude a olvidarte.
PD: A tí amigo David, que nos dijiste adiós el 14 de febrero, siempre estarás con nosotros. Aún se te recuerda con mucho dolor, pero a buen seguro que 2019 nos ayudará a poder recordar tus historias con una sonrisa en la boca.
