El secesionismo intenta reactivarse en la Diada tras perder el Govern y la mayoría

Cataluña está en otra onda, después de la tensión vivida en los años del 'procés'. El independentismo ha perdido casi todo su poder institucional (solo lidera los gobiernos de la Diputación de Girona y la Alcaldía de Girona): está fuera del Palau de la Generalitat y de tres de las cuatro diputaciones provinciales y no controla ninguna de las diez mayores ciudades de Cataluña.

Aun así, miles de personas se manifestarán este miércoles a favor de la separación de Cataluña del resto de España. La manifestación que organiza la ANC junto a Òmnium Cultural a favor de la independencia se ha convertido ya en una tradición instalada en el programa de festejos de la Diada del 11-S.

Es casi una rutina, pero la protesta sirve para medir cómo se encuentra el movimiento secesionista, central en la política catalana, que atraviesa un mal momento desde el punto de vista electoral. Pero tiene 14 diputados en el Congreso (siete de Junts y siete de ERC), sobre un total de 48 parlamentarios catalanes, que son clave para la gobernabilidad española y que sirven de moneda de cambio, primero para aprobar una ley de amnistía y a medio plazo para conseguir un concierto económico para Cataluña.

La manifestación nacionalista de la Diada será este año descentralizada (habrá una en Barcelona, otra en Tarragona, Girona, Lleida y Tortosa), lo que ayudará a los organizadores a disimular el descenso de asistencia. Participarán Junts, ERC y la CUP, eso sí cada formación por su cuenta.

Tras haber ido de la mano en los años del 'procés', las relaciones entre junteros y republicanos están casi rotas. Arrastran años de desencuentros: la gota que ha colmado el vaso ha sido el apoyo de Esquerra a la investidura de Salvador Illa. El bloque nacionalista ha saltado por los aires. Junts y ERC celebrarán sus congresos internos en los próximos meses y aún tienen que decidir si Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, los líderes del 'procés', siguen llevando las riendas. Puigdemont no tiene oposición interna, a diferencia de Junqueras, que optará a la presidencia de ERC contra otras dos candidaturas.

El nuevo presidente de la ANC, el cantante Lluís Llach, reclama unidad a Junts y a ERC y que apuesten por renovar liderazgos. Llach, en su discurso de la Diada, cargará con dureza contra el Govern y contra ERC por haber facilitado la investidura de Illa. El cantautor, alineado con Puigdemont, se ha sumado a los esfuerzos del expresident de intentar -sin éxito- reventar la elección de Illa para forzar un adelanto electoral. ERC no acudió a la manifestación de 2022, regresó a la del año pasado y volverá a escuchar pitos e insultos de sus antiguos compañeros de trinchera.

Illa se estrenará como jefe del Ejecutivo autonómico en la Diada, con un discurso institucional, desde el Palau de la Generalitat . En apenas un mes en el cargo, ha reafirmado su apuesta continuista respecto al Govern anterior (ha ratificado en el cargo a algunos altos cargos clave como los responsables de Salud, mantiene el hilo en política educativa y lingüística y ha asumido el programa que había diseñado el anterior gobierno para la Diada).

«No hemos venido a desmontar nada», dijo en su discurso de investidura y reiteró en su estreno en el Parlament, el jueves pasado. Eso sí, ha dejado gestos para el cambio: prometió fidelidad al Rey y a la Constitución, la bandera española ha regresado al despacho del presidente de la Generalitat y recibió al Rey en un acto en Barcelona.