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El magistrado Jerónimo Cano, titular del Juzgado de Instrucción número tres de Teruel, sufrió este lunes una agresión cuando jugaba al frontón en la capital turolense. Cano, conocido por su atípica imagen, cercana al look 'heavy' y alejado totalmente de los formalismos en vestuario que rigen en el mundo judicial, aprovechaba unas horas de asueto mientras estaba de guardia cuando fue sorprendido en la calle por un joven que le insultó y golpeó sin mediar palabra.
Este joven, Alex A. M., le había reconocido como el juez que en agosto pasado le condenó a cuatro meses de prisión por un delito de atentado contra agente de la autoridad y, por un delito leve de lesiones, a indemnizar a su víctima con 280 euros por un pelea en un pub de Teruel y al pago de un multa de 160 euros.
Cano suspendió entonces la entrada en prisión de Alex con la condición de que no volviera a delinquir en el plazo de dos años y abonara las responsabilidades pecuniarias. Pero el condenado se la tenía jurada desde entonces. En aquellos hechos de verano, éste y un amigo, Juan Pablo L. F., agredieron «de forma gratuita e injustificada» a Carlos D. C. en el pub 'Lennon' pasada la 1 de la madrugada.
Le propinaron botellazos y puñetazos y cuando el dueño dio aviso a la Policía se fueron del lugar. Alex fue interceptado posteriormente en la calle por una pareja de agentes, con los que mantuvo un forcejeo e, incluso, trató de arrebatarle el arma reglamentaria a uno de ellos. Tras estos hechos llegó la sentencia condenatoria, dictada por el juez Cano.
Tres meses después de esa resolución, Alex identificó este lunes al magistrado mientras hacía deporte a primera hora de la mañana, le increpó y le agredió. Fue detenido posteriormente y llevado ante el juzgado, que dictó prisión provisional sin fianza por riesgo de fuga y reiteración delictiva. La medida contó con el criterio favorable del fiscal. La resolución, claro está, la firmó un compañero de Cano, que se ausentó al ser el perjudicado en estos hechos.
Alex manifestó que no recordaba nada de lo ocurrido porque estuvo toda la noche del domingo bebiendo con dos amigos en domicilios particulares. Admitió que tiene problemas con el alcohol pero que, pese a la agresividad y a la pérdida de memoria que le ocasionan, no lo ha dejado. Y reconoció, también, haber insultado y golpeado al juez Cano tras identificarle. Ahora se enfrenta a un delito de atentado con el agravante de la reincidencia y pasará una temporada en prisión.
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