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Participantes de la concentración de Colón de este domingo. EFE
De nuevo, «basta ya»

De nuevo, «basta ya»

Moncloa sabe desde este domingo que el precio de los indultos será elevado en la calle

Juan Carlos Viloria

Domingo, 13 de junio 2021, 16:58

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El escritor leonés Andrés Trapiello, un intelectual discutido por los partidos en el poder, tachado injustamente de revisionista histórico por sus libros sobre la Guerra Civil, fue el encargado de anunciar en la plaza de Colón que vuelve el «Basta ya». Surgido en el País Vasco contra el nacionalismo obligatorio, y movimiento civil frente al terrorismo abertzale, renació este domingo en el centro de Madrid como dique frente a la preeminencia del independentismo catalán y su extorsión al Estado. Como entonces, la necesidad de unir fuerzas constitucionalistas frente a la imposición supremacista del nacionalismo, por encima de los intereses partidistas de las siglas, hizo brotar de la sociedad civil una iniciativa transversal y apartidista. Ahora se denomina Unión 78, pero la finalidad de hacer frente al separatismo que ignora la parte a la sociedad que rechaza los mandamientos identitarios y que es capaz de chantajear a los gobiernos es muy similar. Su papel de argamasa para que partidos diferentes salieran juntos a las calles de Bilbao o San Sebastián, bajo las mismas pancartas, en defensa propia, se recreó en Madrid. En plena lucha por los caladeros de votos de la derecha, la única posibilidad de que votantes y simpatizantes de PP, Vox y Ciudadanos confluyeran en la calle contra los indultos era una convocatoria encabezada por los Savater, San Gil, Díez, en nombre de los ciudadanos y de la Constitución.

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El éxito del acto le puede quitar el sueño a Pedro Sánchez porque su vocación de marcaje del nuevo 'procés' va a dificultar considerablemente la estrategia de trueques y canjes que se perfilan en el horizonte de la mesa de diálogo entre los gobiernos de Madrid y Generalitat. La concentración en el corazón de Madrid, himno y banderas españolas mediante, es un mensaje a la Moncloa y a la plaza San Jaume de que los indultos a los condenados por sedición y malversación no saldrán política y socialmente gratis. Porque es un gesto de cálculo político que no entiende la razón popular. Que al contrario, lo interpreta como un cheque en blanco para que los condenados y sus afines prosigan su camino de separación por otros medios. Entra dentro de la lógica que la opinión pública se pregunte qué estará tramando el estado mayor del 'procés' para los próximos meses, a la vista de una historia reciente de compra clandestina de urnas mientras Junqueras pasaba la mano por el hombro a la entonces vicepresidenta con despacho en Barcelona Soraya Saenz de Santamaría. Y, de otro lado, la soltura con la que el Ejecutivo expresa su voluntad de poner la política por delante de la legalidad hace sospechar en una especie de proceso constituyente encubierto. La concentración de este domingo en Colón puede no haber sido la madre de todas las manifestaciones. Incluso se hará hincapié en la ausencia de tres importantes varones del PP. Puede que incluso acabe siendo un gesto de impotencia más que inminente cambio de ciclo. Pero Moncloa sabe desde este domingo que el precio de los indultos será elevado en la calle.

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