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Cristian Reino
Barcelona
Viernes, 10 de febrero 2023, 12:57
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Aislada y acorralada. Así ha afrontado la expresidenta del Parlament, Laura Borràs, la primera jornada del juicio, en el que se ha sentado en el banquillo acusada de prevaricación y falsedad documental. Se enfrenta a seis años de prisión por haber fraccionado presuntamente contratos públicos cuando era directora de la institución de las letras catalanas para favorecer a un amigo, Isaías Herrero, acusado también en la causa. Hay un tercer acusado, Andreu Pujol, que se expone a tres años de cárcel por colaborar en la presunta corrupción.
La defensa de Borràs ha reclamado la suspensión del juicio. Ha argumentado que el tribunal que juzga a la dirigente nacionalista no es competente y que no es imparcial, por haber hecho declaraciones en contra del 'procés', y ha justificado además que se ha vulnerado su derecho a la presunción de inocencia. La defensa de Borràs, que dirige Gonzalo Boye, ha pedido la suspensión del procedimiento, tras denunciar un pacto entre las otras dos defensas con la Fiscalía para «incriminar» a la expresidenta. La Fiscalía ha asegurado que ese pacto no se ha formalizado. «Herrero está en este juicio como acusado, no como acusador», ha mantenido su letrada, replicando a los abogados de Borràs. Las defensas de los tres acusados han chocado durante la vista. El juez ha señalado que «no tiene constancia de un pacto previo», pero la defensa de Borràs lo ha dado por hecho y la Fiscalía no lo ha negado. Este pacto es un duro revés para los intereses de la expresidenta del Parlament. Tanto Herrero como Pujol buscan una rebaja de pena a cambio de incriminar a la líder de Junts, como ocurrió por ejemplo en el juicio del Palau de la Música, en el que Félix Millet admitió el 3% pagado a Convergència. Hasta el momento de la declaración de los acusados, el día 20 de febrero, no se sabrá hasta qué punto inculpan a la expresidenta del Parlament. El Ministerio Público no cambiará los escritos de acusación hasta las conclusiones finales.
La defensa de la líder de Junts ha reclamado además que se anule como prueba pericial el montante de correos electrónicos que intercambiaron Borràs y Herrero y en los que se describe la mecánica de cómo fraccionar los contratos para burlar los controles administrativos, los célebres «trapis» entre ambos. El letrado sostiene que esos supuestos emails incriminatorios se obtuvieron por parte de los Mossos sin aval judicial y no se respetó la cadena de custodia. El pacto pone contra las cuerdas a la líder nacionalista, que se aferra a que el juez pueda no tener en cuenta la prueba pericial sobre los correos.
La expresidenta del Parlament se juega su carrera política en el juicio. Algunos de los suyos ya la han dejado caer, pues solo una parte de Junts ha acudido a arroparla en la manifestación celebrada frente al TSJC antes del inicio de la vista, que se prolongará hasta el 1 de marzo. Varios cientos de personas han acompañado la presidenta de Junts. En el 'paseíllo' ante el tribunal han destacado más las ausencias que las presencias. Ni ERC, CUP ni Òmnium han enviado representación. La ANC, sí, pero de perfil bajo. Junts se ha dividido en el apoyo a su presidenta. Una parte del secesionismo se niega a respaldar a Borràs pues considera que se trata de un caso de corrupción. La expresidenta del Parlament se presenta como una víctima de la «represión» del Estado y asegura que es inocente. Ha acudido al acto de protesta, el secretario general de Junts, Jordi Turull, pero no el candidato a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias. Tampoco ha estado Artur Mas. Ni los exconsejeros del Govern de Aragonès que eran favorables a seguir en el ejecutivo, como Jaume Giró o Victoria Alsina. El expresidente de la Generalitat, Quim Torra, sí ha arropado a Laura Borràs, que ha accedido al TSJC desde el arco del triunfo, como marca la liturgia nacionalista. Ha accedido hasta la puerta del palacio de justicia, con su hija y su marido. A su llegada, proclamas a favor de la independencia, contra la justicia española y contra TV3. Han gritado también «TV3 manipuladora», «fuera, fuera, la justicia española» o «Laura Borràs, nuestra presidenta». El abogado de la dirigente nacionalista, Gonzalo Boye, también ha sido jaleado. Un espontáneo ha lanzado billetes de 200 con la imagen de la dirigente secesionista.
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