La mina de potasio en la que comenzó la lucrativa trama de 'mordidas' de Santos Cerdán
Mina Muga marcó el inicio de la fructífera relación entre Servinabar y Acciona | La trama clasificó a funcionarios según eran favorables o no a sus intereses
Iñigo Salvoch
Viernes, 21 de noviembre 2025, 12:57
Mina Muga, el proyecto de explotación de potasa en la frontera entre Navarra y Aragón que promueve la empresa Geoalcali, fue el escenario que sirvió de trampolín a la trama de corrupción por la que se investiga hoy a Santos Cerdán, Koldo García y José Luis Ábalos, según adelanta 'Diario de Navarra'.
El último informe de la UCO le ha dedicado un relevante espacio ya que, según resalta, Mina Muga fue el primer proyecto «conjunto» entre Acciona Construcción y Servinabar. Una colaboración que dejó claro el papel que ejercían Santos Cerdán y Antxon Alonso a la vez que dio inicio a su relación con Fernando Merino, exdelegado de Acciona en Navarra, y otros directivos del grupo.
Servinabar se creó en 2015, poco antes de firmar su primer acuerdo de colaboración con Acciona para el proyecto Mina Muga, donde la constructora se iba a encargar de la obra civil. Parece que Cerdán y Alonso hicieron valer ante Acciona el plus que suponía para la compañía sus relaciones con la Administración.
En este sentido, es muy notable, y así lo recogen los investigadores de la UCO, un episodio que ocurrió tras la obtención de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) en 2019. Dicha declaración era fundamental para desatascar la tramitación del proyecto minero y se obtuvo siendo José Luis Ábalos ministro de Fomento y Koldo García su asesor. Antxon Alonso remitió un artículo de prensa al que fuera director de Construcción de la compañía Acciona, Justo Vicente Pelegrin, en el que se hacía referencia a la obtención de dicha declaración de impacto ambiental. «Solos no llegan ni a la esquina», le dijo Antxon Alonso en lo que la UCO infiere que es una alusión a que la empresa Geoalcali habría necesitado de sus contactos para obtener la aprobación de ese trámite.
Curiosamente, quien aprobó la DIA de Mina Muga fue el director general de Biodiversidad y Calidad Ambiental, Francisco Javier Cachón de Mesa, que como recoge el informe de la UCO fue mantenido en el cargo por parte del PNV y fue Santos Cerdán quien trasladó esa petición a Koldo (entonces asesor de Ábalos). Antxon Alonso también utilizó su contacto con la entonces presidenta de Navarra, Uxue Barkos, para mostrar ciertas preocupaciones relacionadas con el proyecto de Mina Muga.
Los tres protagonistas
Sin embargo, el triángulo formado por Antxon Alonso, Santos Cerdán y Koldo García no sólo resolvían asuntos con la Administración central, sino que también desplegaban sus contactos e influencias en la Administración local. Así ocurrió cuando el proyecto minero de Mina Muga necesitó de la concesión de una autorización del Ayuntamiento de Remolinos (Zaragoza) para el uso de un antiguo espacio minero como depósito de los residuos salinos generados por la explotación de la potasa.
En un disco duro intervenido a Koldo García se halló un boceto en el que se representaba de manera esquemática la planificación de una serie de contactos con cargos públicos vinculados al PSOE de Aragón «con la finalidad de tratar la concesión de una autorización del ayuntamiento de remolinos (Zaragoza)».
Pero más llamativo aún resulta un diagrama, de fecha de 25 de abril de 2017, circunscrito a la Dirección General de Energía y Minas del Gobierno de Aragón, en el que se proyecta una clasificación de determinados funcionarios en función de la posible predisposición u oposición a lo que se supone eran los intereses de los investigados.
Así, junto al nombre del director general de Energía y Minas aparece la palabra «ok». En cambio, junto al nombre de la persona responsable del Servicio de Promoción Minero aparece la anotación «Posición: Contaminado por gestión. Sospecha de todo». Siguiendo con el diagrama, respecto a la persona que dirige el Servicio Provincial de Industria de Zaragoza se anota que tiene influencia de un tal Gonzalo y que está «enfrentado» al anteriormente citado responsable de Promoción Minera. Respecto al responsable de la Sección de Minas se escribe entre exclamaciones «Podemos!!! Mala gente». Y de otro técnico también se dice que está «contaminado». La pregunta que surge es si esta forma de operar también se utilizó en otras obras de la UTE Acciona-Servinabar, como la de los túneles de Belate.
Camiseta y pantalón de aizkolari
En febrero de 2016, poco después de una reunión sobre el proyecto de Mina Muga entre Antxon Alonso y Peter Albert (exdirector general de Geoalcali), el empresario guipuzcoano le hizo llegar a Santos Cerdán a través de whatsapp sendas fotografías con una camiseta y un pantalón de aizkolari en lo que iba a convertirse en un patrocinio.
En ambas prendas de vestir se podían ver los nombres de Geoalcali, la empresa promotora de Mina Muga, y Servinabar. Acto seguido, Santos Cerdán le preguntó a Alonso si era bueno «que se vea ya», al parecer preocupado porque se relacionase en ese momento a Geoalcali y Servinabar. Alonso respondía: «Sí, ya que nos da dimensión». Y añadía: «Nos tienen que respetar».
Eran los inicios de Servinabar. Los socios se planteaban si era necesario dar ya publicidad a una empresa que se había constituido tan solo un año antes bajo el objeto social de servicios tan dispares como «digitalización y destrucción de documentos, cobros, encuestas, toma de datos, lectura de contadores, organización de todo tipo de eventos como congresos, ferias y exposiciones, ruedas de prensa, servicios de portería, control de accesos o información al público». Nada que ver con los concursos públicos a los que aspiraba. El patrocinio de Servinabar de ropa de Aizkolari encajó como anillo al dedo con Koldo García, que lució los pantalones en distintas demostraciones de corte de troncos. Los tiempos en que Pedro Sánchez lo definía como «un inagotable aizkolari contra las injusticias, un ejemplo para la militancia».